El presidente de Bolivia, Luis Arce, alertó sobre los desafíos que Latinoamérica y el Caribe afrontan con el surgimiento de Gobiernos de derecha que, a su juicio, ponen en peligro la paz y la estabilidad de la región.
"Están poniendo en riesgo la paz de la región con algunas acciones que no condicen con la vida pacífica que estábamos llevando", dijo Arce en entrevista con RT, en el contexto de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), celebrada esta semana en Caracas.
En esa línea, se refirió específicamente al Gobierno de Argentina, presidido por Javier Milei, que ha empezado a "ponerse de acuerdo" con Reino Unido, un país que contribuyó "a la pérdida de las islas Malvinas".
"Ese tipo de cosas no las entendemos", puntualizó Arce. No obstante, el mandatario boliviano resaltó la importancia de fortalecer bloques de cooperación como el ALBA, ya que no solo permiten el avance en materia comercial entre sus miembros, sino acciones para garantizar la calidad de vida de la población.
"Como ocurre siempre en nuestros países, hay altos y bajos en la integración, [pero] cuando hay una afinidad política, normalmente esto suele avanzar más rápidamente", aseveró al respecto.
Por eso, destacó la importancia de la recién aprobada agenda del grupo, que contempla la cooperación en varias áreas, y que sitúa uno de sus ejes primordiales en "el tema de enfrentar la crisis climática", debido al impacto que puede tener en el ciclo agrícola y, por tanto, en la soberanía alimentaria.
Precedente nefasto
Otro de los riesgos que enumeró Arce fue la ampliación de la presencia de EE.UU. en la región, que generalmente estrecha lazos con varios países. "Eso no ha traído nada bueno para nuestros países, por eso, debemos estar muy atentos", advirtió.
Y agregó: "No necesitamos de fuerzas extranjeras (...) Hemos declarado la región de América Latina como una zona de paz y así tiene que permanecer. La presencia de la OTAN en cualquiera de los países no es la mejor señal que podemos dar en esa linea de pacificar".
Del mismo modo, el presidente boliviano reiteró su condena a la reciente incursión del Gobierno de Ecuador a la embajada de México en Quito, que culminó con la detención del exvicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba en calidad de asilado.
"Lo que ha ocurrido en Ecuador es un nefasto precedente", aseveró.