Según ha podido descubrir el doctor, el fenómeno más importante es que este grupo reducido de gente padece del llamado síndrome de Laron, una deficiencia de la hormona contrarreguladora del crecimiento y que por lo tanto les hace inmunes a la diabetes y quizás pueda explicar también la menor incidencia de cáncer.
Hay cerca de 350 pacientes en todo el mundo, y entre ellos unos 150 viven en Ecuador. "Si ves a estos pacientes entiendes que estás presenciando un regalo maravilloso para la biología, porque estas personas nos han permitido entender muchos de los mecanismos a nivel molecular que existen en el cuerpo humano", comenta Jaime Guevara-Aguirre.
A su juicio, la gran cantidad de conocimiento que se está adquiriendo de estas personas puede no solo salvar a la humanidad de la diabetes y del cáncer, sino también revelar la clave para resolver el problema de otras enfermedades incurables.