En su película 'Mosaic of Facts' ('Mosaico de los hechos'), el periodista Miguel Francis intenta averiguar cómo empezó la guerra mediática internacional que se ha desplegado en torno a la guerra en Ucrania, y qué papel jugó realmente EE.UU. en este conflicto.
"Leyendo los medios ucranianos, es fundamental buscar las fuentes originales, porque los medios ucranianos no tienen ninguna credibilidad", denuncia el periodista ucraniano Anatoli Sharí. "Sin duda alguna es una guerra informativa", señala por su parte el analista político y fundador de Stopimperialism.org, Eric Draitser. Como un ejemplo de la "mentira de los medios ucranianos", Francis menciona la cobertura de los trágicos acontecimientos del 2 de mayo de 2014 en Odesa.
Otro caso fue la catástrofe del vuelo MH17. "El Gobierno de Estados Unidos y los medios de comunicación occidentales otorgaron a Rusia la responsabilidad de la tragedia del MH17 en cuestión de minutos, mucho antes de que los investigadores tuvieran tiempo siquiera para llegar al lugar, y mucho menos para ofrecer conclusiones reales", denuncia Aaron Hawkins, periodista independiente de investigación y fundador de Scgnews.com.
Obviamente han establecido un Gobierno de títeres
Otro asunto investigado por Francis es el papel de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, según las siglas en inglés) en la crisis ucraniana. "A pesar de que se autodenominan a sí mismos ONG, prácticamente todo el dinero lo reciben del Gobierno federal de EE.UU.", denuncia Hawkins. "Naturalmente ustedes ya se han dado cuenta de que cuando ellos hablan de 'expansión de la democracia', en realidad eso significa cambio de régimen", añade.
Hawkins recuerda que aunque la versión oficial que promovían los medios de EE.UU. era que los pacíficos manifestantes del Maidán simplemente querían unirse a la UE, "la parte más fuerte e influyente de la oposición es una colación de verdaderos fascistas y neonazis que no son nada pacíficos", haciendo referencia a la agrupación extremista Svovoda. "Fue un golpe de Estado. Y no importa si usted lo apoya o no, si piensa que Yanukóvich tenía que marcharse o quedarse, no puede rechazar esta realidad. Y esto es lo que he visto hacer al coro mediático estadounidense", comenta Robert Parry, periodista de investigación y ganador del premio George Polk.
Cuando ellos hablan de 'expansión de la democracia', en realidad eso significa cambio de régimen
"EE.UU. y Occidente en general "proyectan su control en forma de influencia, y esta influencia puede ser transmitida por los grupos de activistas locales que salen a la calle, como aquellos que estuvieron en la primera línea del Maidán", dice Draitser. "Uno de los procedimientos que utilizan es aprovechar los problemas internos que existen en aquellos países. Entonces, sea cual sea el pretexto, estas organizaciones construyen dentro de dichos países lo que podríamos llamar una red de seudomovimientos espontáneos con el fin de movilizar sobre todo a la gente joven en torno a los asuntos que para ellos son cruciales", añade.
Asimismo, Hawkins evoca la conversación filtrada de la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. Victoria Nuland y el embajador de EE.UU. en Ucrania Geoffrey Pyatt, en la que Nuland dijo: "Pienso que Yatseniuk es el que tiene experiencia en asuntos económicos y gubernamentales. Es la persona adecuada". "Ella expresa muy claramente que Yatseniuk sería la persona a la que pondrán al mando", comenta Hawkins. "Fíjense en las afiliaciones de Yatseniuk y verán que ya lleva mucho tiempo trabajando con la OTAN. Luego fíjense en las afiliaciones de Poroshenko: WikiLeaks reveló que había estado filtrando información al Departamento de Estado, desde hace años, lo consideraban "su hombre" dentro del sistema ucraniano. Es decir, obviamente han establecido un Gobierno de títeres", concluye.
"Uno de los factores que da tanto poder a esta red de control es que la gente no cree que exista", advierte Hawkins. "Está tan bien ocultada que la gente se cree que es libre y es difícil hacer que las personas quieran cambiar o deseen ver algo diferente cuando de hecho creen que son libres y que tienen pleno acceso a la verdad", lamenta el periodista.