En Yamal, península situada al noroeste de Siberia, existen unos 300.000 lagos, muchos de los cuales son de origen desconocido. Una mujer miembro del pueblo Nenet afirma haber visto con sus propios ojos cómo surgió misteriosamente un cráter tras un extraño fenómeno: "Aquí no había ningún lago, solo había alerces; una vez por la noche se oyó un estruendo y la tierra dio la vuelta".
Según su sorprendente relato, los alerces se dieron literalmente la vuelta y sus raíces quedaron mirando hacia arriba. "Cuatro días después, el cráter volvió a retumbar, el lago que estaba a la izquierda de ese cráter lo inundó". La mujer asegura que "nadie bebe esta agua ni la usa para fines domésticos, es sagrada, es inexplicable".
Vasili Bogoyávlenski, profesor de la Universidad Nacional de Petróleo y Gas, afirma que "las pruebas demostraron que no ha habido ovnis, ni caída de meteoritos u objetos anormales. Posiblemente haya sido una explosión de gas". Por su parte, Vladímir Pushkariov, director del Centro ruso de Exploración del Ártico, explica que esperaron al invierno para realizar los estudios ya que el suelo se congela y es más fácil acceder a él.
El experto afirma haber experimentado una sensación fascinante: "Teníamos la ilusión de estar en otro planeta, en Marte". Las muestras tomadas permitirán avanzar en la investigación del fenómeno de este enigmático cráter en en que la temperatura del agua alcanza los 2 grados y su profundidad llega a los 46 metros.