La isla caribeña que EE.UU. se anexionó en 1898 elige a su nuevo gobernador. Mientras, una nueva ley impone medidas de austeridad con el objetivo de combatir la crisis económica. Puerto Rico será administrado por una Junta federal estadounidense.
María de Lourdes Santiago, candidata del Partido Independentista Puertorriqueño, pretende enfrentarse a Washington y destaca que el mensaje de su campaña es "cero colaboración con la Junta". De hecho, el partido tiene dos cosas que negociar con la entidad estadounidense: su "desaparición" y el inicio de "un proceso de descolonización que nos permita llegar a la independencia". Asimismo, según Santiago, el objetivo es tener a través de la soberanía "las herramientas que necesitamos para desarrollar económicamente nuestro país".
Un gran número de puertorriqueños consideran la Junta como una humillación para la nación. Los ciudadanos celebran protestas y manifestaciones en contra del organismo y de las nuevas leyes que propone Washington.
Puerto Rico es la parte de EE.UU. con mayores niveles de pobreza y de deuda pública, la cual ha alcanzado casi 66 millones de euros (más de 74 millones de dólares). Sin embargo, la isla no puede declararse en quiebra ya que no tiene los mismos derechos que los estados del país norteamericano.
Condición colonial
La isla lleva una década en estado de recesión, pero se le ha impuesto un nuevo plan de ahorros denominado Promesa. Las medidas incluyen la privatización de las instituciones públicas, el aumento de los impuestos, la prohibición de huelgas para los empleados públicos y la reducción del sueldo mínimo. Los jóvenes de clase media son los más afectados.
Durante mucho tiempo la industria y el turismo han sido los principales sectores de la economía de la isla. Sin embargo, la supresión de los beneficios fiscales para las compañías estadounidenses llevó al territorio insular a la crisis. De momento, la tasa de desempleo en Puerto Rico es el doble de la de EE.UU.
Según estima el presidente del Sindicato Puertorriqueño de Trabajadores Roberto Pagán Rodríguez, "el desarrollo económico se ha imposibilitado en gran medida por la condición colonial", por lo que "ha obligado al país a tomar prestado".