La República Democrática del Congo es uno de los países más ricos en recursos naturales (uranio, cobalto, diamantes, coltán y oro, entre otros), pero vive sumido en la miseria.
"La mayoría de la población no sabe lo que está pasando incluso en el mismo Congo. Todas esas historias de crimen, de falta de seguridad, robos, violaciones, todo tiene que ver con los minerales. Es un escándalo", denuncia Bernard Kalume Buleri, quien trabajó en MONUSCO, la misión de la ONU en el Congo. "Lo llaman 'escándalo geológico'", añade.
"Un futuro de esclavos"
En la década de 1960, el 60% del uranio, el 70% del cobalto y el 70% de todos los diamantes industriales del mundo se extraían en este país. Hoy día, aún cuenta con el 65% de las reservas mundiales del coltán que se utiliza en teléfonos celulares, computadoras portátiles y reactores nucleares.
"El Congo ha contribuido al progreso mundial (...) sin sus minerales, la economía mundial se debilitaría y muchos países sufrirían", sostiene Kalume Buleri.
Sin embargo, a pesar de sus ricos recursos, los congoleños no son dueños de su destino.
"Quien se beneficia de nuestras riquezas minerales no es la población local, sino los países occidentales. Ellos se enriquecen, mientras que nosotros nos hacemos cada vez más pobres (...) Nunca seremos lo suficientemente fuertes como para enfrentarnos a los países occidentales", lamenta. "Así que nuestro futuro será un futuro de esclavos", concluye.