'Adoctrinamiento informativo': Alemania, ¿a los pies de EE.UU.?
El periodista de investigación Jurij Kofner es un ciudadano alemán que ha decidido ahondar en las relaciones alemano-estadounidenses para descubrir cuán independiente es Berlín a la hora de tomar decisiones.
"Al observar los acontecimientos de los últimos años, me he preguntado varias veces qué está pasando en mi país. Millones de refugiados, agencias de Inteligencia de EE.UU. interviniendo los teléfonos de ciudadanos alemanes y del Gobierno y, de nuevo, los tanques alemanes dirigiéndose hacia el Este", describe Kofner.
El germen
Para empezar, el periodista mira hacia el pasado; concretamente, al momento de después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los vencedores decidían sobre el futuro de Alemania y de toda Europa. Valentín Fallin, uno de los ideólogos de la Perestroika de Gorbachov y de la reunificación de Alemania, revela que "Stalin creía que la división con Alemania no beneficiaría" a Rusia.
Fue en marzo de 1952 cuando Stalin escribió su famosa nota con "una propuesta de unificación de Alemania a cambio de la neutralidad del país y de su no alineamiento con ningún bloque militar", recuerda Wolfgang Gehrcke, diputado de 'Die Linke' en el Parlamento alemán. "Para Alemania, aquello representaba una gran oportunidad", señala.
Pero, ¿por qué los miembros de la coalición antihitleriana se opusieron tanto a la unificación de Alemania con un estatus neutral de país no alineado como su vecina Austria? "EE.UU. entendía que la unificación de Alemania en aquel periodo no iría en perjuicio de la Unión Soviética. La unificación implicaba la firma de un acuerdo de paz, y la retirada de las tropas de ocupación, pero EE.UU. necesitaba tener bases en Alemania para atacar a la URSS", indica Fallin.
Actualmente, el país alberga la mayor base estadounidense fuera de EE.UU.: la base aérea de Ramstein.
"EE.UU. llegó a Europa y no quiso irse"
Muchos son los expertos que apuntan que la OTAN no es más que un mero instrumento estadounidense de influencia sobre la política alemana. "Debemos discutir hasta qué punto la OTAN puede actuar como una alianza política que sirve en gran medida como un medio para perseguir los intereses de EE.UU.", sostiene Andreas Kalbitz, miembro del grupo parlamentario Alternativa para Alemania. "Tenemos que dar un paso atrás para que todos los miembros de la OTAN sean de nuevo socios en condiciones de igualdad", añade.
En 1990, EE.UU., Reino Unido, Francia y la URSS firman un acuerdo definitivo respecto a Alemania: el país se reunificó y recobró su soberanía. En aquel momento, Alemania pudo haber pedido la retirada de todas las tropas extranjeras e incuso salir de la OTAN, pero no lo hizo. Solo se fueron los rusos. "Claro que perdimos nuestra oportunidad para ser neutrales", lamenta Gehrcke.
"Helmut Kohl no quiso hacerlo o le prohibieron hacerlo (…) Cuando EE.UU. participó en la guerra, llegó a Europa y después no tuvo ganas de irse", dice Christian Weilmeier, filósofo y columnista.
¿Cómo influye EE.UU. en la opinión de los alemanes?
Alexander Neu, miembro izquierdista del Bundestag, apunta que EE.UU. actúa "en Alemania y en otros países europeos" a través de "diferentes organizaciones culturales ofreciendo programas, por ejemplo, para jóvenes líderes".
"EE.U.U. consolida su influencia en los medios, la política y la economía de Alemania. Han invitado a periodistas jóvenes y políticos de diferentes partidos, incluyendo los de izquierdas, a visitar EE.UU., donde los han adoctrinado con mucho éxito", cuenta Neu, añadiendo que estos jóvenes serán los que en un futuro "dirigirán la política alemana de acuerdo a los intereses de EE.UU.".
El periodista independiente Udo Ulfkotte, asegura que "la embajada estadounidense en Berlín desarrolla programas especiales que ofrecen premios a los periodistas por influir en la opinión publica de Alemania". "Los premios varian entre 5.000 y 20.000 dólares y se conceden a los autores de una exitosa campaña de propaganda", revela.