9000 kilómetros de desafíos e imprevistos... Para muchos, el Transiberiano evoca la imagen de una ruta épica y romántica a través de la Rusia asiática. Pero para los que trabajan a bordo del tren es todo un pequeño mundo que está en constante movimiento, con sus propias exigencias, contrariedades y situaciones insólitas. Un mundo que poco tiene en común con el que la mayoría conoce. Acérquese a las experiencias de quien ha hecho de la aventura de tantos un trabajo en el que no cabe la rutina.