Keiser alerta de que los zombis se han infiltrado en la economía y el sistema bancario mundiales "sembrando el caos y provocando un verdadero desastre", citando como ejemplo la volatilidad de los mercados. Además, afirma que "es la primera vez que vemos a un fabricante de cemento zombi", en referencia a China, e indica que la fracturación hidráulica también es un sector zombi, ya que no genera los ingresos suficientes para pagar la deuda que hay que contraer para excavar los pozos iniciales.
"Llevamos décadas viendo a los bancos zombis de Japón, que producen un montón de bonos tóxicos que no ayudan a financiar nada pero que mantienen vivo el engranaje de la corrupción", relata Keiser.
Herbert explica que una de las razones por las que existen este tipo de empresas en el sector del cemento y de la fracturación hidráulica "son los intereses al 0%, que supuestamente tenían como objetivo rescatar a los deudores zombis y a los bancos zombis" y que el problema desde el principio ha sido el 'efecto goteo', "que consistía en dar dinero a los banqueros zombis para que estos lo repartieran entre los asustados habitantes de EE.UU. y Europa". "Pero nada de ese dinero ha llegado a las clases más desfavorecidas", indica.
Además, Keiser añade que "la violencia en EE.UU, los asesinatos de policías y la violencia callejera son consecuencia directa de este desequilibrio generado por las empresas y los bancos que demandan más dinero para saldar su deuda".