Keiser Report en español: Banqueros centrales, secretarios del Tesoro y otros mentirosos (E825)

En este nuevo episodio, Max Keiser y Stacy Herbert abordan la confusión de los inversores, de los votantes y de los banqueros principales, que aún albergan la esperanza de que el crédito salve un día al PBI. En la segunda parte, Max entrevista a Egon von Greyerz, de GoldSwitzerland.com, con el que conversará sobre de las tasas de interés negativas, los inversores confusos y las reservas de oro de China.

"Jack Kerouac podría haber dicho de los banqueros principales de hoy: 'No tienen nada que ofrecerle a nadie, solamente su propia confusión'. Hoy vamos a tratar de los banqueros principales, los secretarios del Tesoro y otros mentirosos", comienza diciendo Keiser.

Andrew Garthwaite, directivo en Crédit Suisse, señala que los más confusos y preocupados de todos son los estadounidenses, seguidos de los europeos, preocupándose menos los clientes a medida que nos acercamos a China. Garthwaite cita como una de las razones de este fenómeno la flexibilización cuantitativa. "Se están dando cuenta de que la flexibilización cuantitativa no sirve de nada y ahora no saben qué hacer con su dinero", indica Herbert.

"Al principio la intervención de los bancos centrales en los mercados, que tenía por objeto ayudar a la economía, asustó a los inversores, y aunque ahora ya no están asustados, lo que sí que están es confusos porque nada funciona. La confusión suele preceder al miedo, que podría ser la siguiente fase", alerta Herbert, añadiendo que estas instituciones financieras fomentan que haya "aún más crédito porque creen que así se corregirá la caída del PBI".

En la segunda parte de este nuevo episodio, el banquero suizo Egon Von Greyerz, de Matterhorn Asset Management y GoldSwitzerland.com, sostiene que "no se puede crear riqueza emitiendo moneda hasta el infinito, porque ese dinero carece de valor". "Si el PBI se calculara teniendo en cuenta la inflación de verdad, no la oficial, el PBI real iría a la baja, no al alza", añade.

"El Gobierno chino ha vendido sus bonos del Tesoro estadounidense y también ha comprado un montón de oro, al igual que Rusia", comenta Keiser. A este respecto, Von Greyerz declara que "los Gobiernos de estos países saben que la próxima divisa que se desplomará será el dólar, porque no se puede ser la divisa de reserva mundial cuando se es también el país más endeudado y no se ha tenido superávit presupuestario desde principios de los 60 ni superávit comercial desde los 70".