El desplome del precio del petróleo, ¿algo bueno o una abominación?
En relación al mercado del petróleo, Stacy Herbert sostiene que actualmente "están sucediendo muchas historias ciertas, unas historias que para algunos países resultan una abominación, pero que para otros son buenas y reales".
"Se ha vendido un barril de petróleo a precio negativo. Es cierto que se trata de un tipo de petróleo con un elevado contenido sulfuroso; el problema es que como hay un exceso de petróleo, el almacenamiento en barriles resulta muy costoso. Por eso el dueño de este yacimiento de Dakota del Norte, viendo lo caro que le salía refinar el crudo y almacenarlo, ha decidido pagar a otra persona para que se lo lleve", cuenta la copresentadora.
Andrew Sentance, exmiembro del Comité sobre Política Monetaria del Banco de Inglaterra, considera que "el hecho de que el petróleo esté tan bajo" no es algo negativo, sino que, por el contrario, es algo que impulsará el crecimiento mundial. Sin embargo, John Williams, de la Reserva Federal, afirmó que la autoridad central se equivocó al predecir que la caída del 'oro negro' daría un impulso a la economía. "El mundo ha cambiado, y EE.UU. tiene muchos puestos de trabajo vinculados al crudo", destaca Williams.
En relación al desplome del petróleo, Max Keiser indica que cuando esta situación ocurre "no hay ingresos con los que pagar los intereses asociados a los derivados". "Empezaron hace 20 o 30 años con unos cuantos barriles y dijeron: 'Aquí tenemos los barriles multiplicados por cinco y aquí los tenemos multiplicados por cien'. Pero la cantidad de barriles es la misma, por lo que esos derivados se los sacan de debajo de la manga. No hay nada en el interior de esos barriles fantasma, pero aun así operan con ellos para llevarse sus comisiones correspondientes", critica el copresentador.
"Podemos decir que la caída del precio del petróleo es mala para la economía financiera y buena para el consumidor. Ahora bien, si tenemos en cuenta el contexto global, se trata de una abominación", sentencia Herbert. "Si no se tratara de una abominación, se traduciría en el índice de transporte del Dow Jones. Y tanto la compra de automóviles como el pago de la energía necesaria para abastecerlos se está llevando a cabo mediante crédito", añade Keiser.
En la segunda parte de este nuevo episodio, Nomi Prins, exbanquera de Goldman Sachs y Bear Stearns destaca que existen "muchos factores que dejan claro que nos encontramos en una depresión mundial". "Uno de ellos es la caída del precio de algunas materias primas y otro es el aumento del desempleo a nivel global (…) Los mercados han empezado el año fatal, aunque eso era inevitable con todo el capital que hay disponible, con la política de intereses 0 que inició la Reserva Federal, con los intereses negativos que hay en Europa o con la bajada de intereses en China", sentencia.