La "escoria real" de Arabia Saudita, una amenaza para la economía mundial
Según recuerda Stacy, actualmente se tramita en el Congreso de EE.UU. una propuesta de ley que, en caso de salir adelante, dejaría vía libre para que los familiares de las víctimas del 11S puedan "demandar e investigar al Gobierno saudita por su posible relación con los atentados del 11 de septiembre de 2001".
Sin embargo, el presidente estadounidense Barack Obama está presionando para impedir que el proyecto de ley prospere, amenazado por Arabia Saudita con el hecho de que el reino se vería obligado a vender hasta 750.000 millones de dólares en bonos del tesoro y otros activos estadounidenses antes de que los tribunales estadounidenses pudieran incautarlos.
Stacy destaca que "esa amenaza por parte de Arabia Saudita de vender 750.000 millones en bonos del Tesoro estadounidense en un mundo como el actual, dominado por los intereses negativos y la flexibilización cuantitativa, es una burla, un escarnio. La idea es tan disparatada que ya nadie va a tratarlos como una familia real; los reyes ya no serán tales".
La familia real de Arabia Saudita ha sido el eje del mundo posterior a los acuerdos de Bretton-Woods y a la norma del oro con el nacimiento del petrodólar, que ha sido el pilar básico de su poder. La caída de los precios de petróleo, destaca Stacy, está ejerciendo una enorme presión sobre las reservas financieras de los países productores, con Arabia Saudita en primer lugar.
"En este mundo alimentado por la deuda, curiosamente no solo no entendemos al oro, sino que ahora el petróleo también ha perdido todo su valor. Así pues, la escoria real (que es como llama el 'Daily News' a la familia real) está seriamente amenazada", comenta Stacy.
Hablando sobre los 'papeles de Panamá' y la corporatocracia en la segunda parte del programa con Steve Topple, Stacy sostiene que "seguramente las que acaben pagando el pato del escándalo serán las pequeñas empresas".
Steve, por su parte, sostiene que las revelaciones de los 'papeles de Panamá' "ponen de manifiesto cómo funciona este mundillo", pero de hecho no es nada nuevo ni sorprendente. "No es más que la punta del iceberg de la conspiración financiera pandémica que existe entre los gobiernos y las grandes empresas. No es más que una parte muy pequeña", afirma.