En el nuevo episodio Stacy hace notar que la frase es de Ronald Reagan, "a quien también asociamos con la última Guerra Fría, cuando decía eso de que la Unión Soviética era un imperio malvado que no se ocupaba de su pueblo, que se moría de hambre por culpa de la colectivización de la agricultura y la ganadería, provocando la muerte prematura de los soviéticos". Sin embargo, a su juicio, "eso mismo es lo que está pasando ahora en EE.UU. tras varias décadas con ese tipo de políticas que él mismo impuso al pueblo estadounidense y al resto del mundo".
De acuerdo con una reciente encuesta de Harris, los estadounidenses en situación de desempleo han dejado ―en proporciones "escalofriantes― de buscar trabajo". "Estados Unidos ha participado en un montón de guerras por todo el mundo, y eso ha hecho que su economía se vea mermada y asfixiada, con multitud de personas (prácticamente toda una generación) que han vuelto al país y que no tienen nada que hacer. Es un excelente caldo de cultivo para una insurrección", afirma Max. Según él, las cifras citadas anteriormente "deberían ser motivo de preocupación para aquellos que pretenden preservar la cohesión social".
Los presentadores indican que en la época de Reagan los estadounidenses también tenían su propaganda que "entrañaba un riesgo de ruptura de la cohesión social". "Reagan hablaba de inflación, cuando aquí el verdadero problema es la deflación. Y la caída de los salarios hace que la deflación presente en muchos de esos artículos sea aún mayor, lo que se traduce en una falsa percepción de que las condiciones de vida no se deterioran", señala Max.
Stacy, por su parte, observa que "donde hay deflación es en los muchísimos billones de dólares de deuda que se vienen acumulando desde los tiempos de Reagan. Y además esa deuda era ficticia, artificial; pura propaganda para crear la ilusión de que todo iba bien, a pesar de que, obedeciendo al mensaje del líder de turno, no dejaban de trasladarse fábricas al extranjero con el supuesto objetivo de ganar dinero".
Y todo eso tiene repercusión en la actualidad, reflejándose en el desempleo, la pérdida de esperanza y empleos menos remunerados para los estadounidenses. "Aún no sabemos adónde nos llevará todo esto, pero si tenemos en cuenta la cantidad de personas que hay descontentas y sin empleo, el riesgo de que se rompa la cohesión social, de que proliferen los asesinatos a punta de pistola, de que Chicago se convierta en una ciudad fallida y de que no se pueda entrar en muchas zonas de Estados Unidos está muy presente", señala Max.