'Brexit': los grandes bancos se ríen del pueblo británico
El 'Brexit', que fue buscado por sus partidarios como una forma de liberarse del control de la Unión Europea sobre el Reino Unido, podría tener el resultado opuesto. Es que según Max Keiser se terminaron "entregando los designios del país a los bancos centrales (que recordemos que son instituciones no soberanas), a los fondos de cobertura y a los grandes bancos, que se ríen del pueblo británico".
Al respecto los conductores recordaron como tras la votación los intereses negativos subieron un 12,5% a nivel mundial alcanzando los "11,7 billones el 27 de junio". En este sentido Max señaló que "el propósito de los intereses negativos, que no es otro que el de disuadir a la gente a la hora de ahorrar, está teniendo el efecto opuesto: han hecho que la gente invierta como loca en el oro, la plata y el bitcóin".
Por otra parte apuntó que los bancos centrales "no han conseguido recobrar la cordura económica", ya que luego del 'Brexit' "han inyectado otro billón de libras más para mantener a flote a los bancos" que habían caído entre el 22% y el 30%.
En ese sentido los conductores analizaron que desde hace varios años se vive una lógica que sigue el mismo patrón: "la desigualdad genera revueltas, las revueltas provocan un desplome de los mercados, el desplome de los mercados hace que los bancos centrales inyecten más dinero en la economía, y esa inyección de dinero se traduce en más desigualdad".
Finalmente enumeraron que las grandes entidades financieras del mundo como Goldman Sachs, HSBC, Lloyds, Barclays, JP Morgan y el CitiBank tienen una "única forma de mantenerse a flote". Esto es que los bancos centrales "sigan comprando su deuda basura". Sin embargo "cuando todo salte por los aires, tendremos una crisis financiera de proporciones épicas, y ahí será cuando estalle la insurrección mundial".
Las consecuencias del 'Brexit' por Europa
En la segunda parte del programa Max entrevistó a Edward Harrison, diplomático y presentador de Boom Bust para analizar como ha impactado la decisión británica en el resto de Europa.
El experto explicó que el "antagonismo principal" entre el continente y Londres está en el euro. Esto anticipaba "la más que probable ruptura del proyecto monetario común".
Por otra parte Harrison resaltó el problema de la inmigración como otro aspecto que explica los roces entre ambas partes. La decisión alemana de recibir refugiados (al menos una parte de ellos) contrastaba con la posición británica. Asimismo recordó como desde 2004 se incorporaron 13 países a la Unión Europea lo que "dejó al Reino Unido en un segundo plano, porque no se puede tener derecho a veto cuando la unión la conforman 28 países".
En términos económicos compartió el análisis de Max sobre las políticas económicas de los bancos centrales. En ese sentido opinó que se generará más descontento y "la gente tenderá a orientar su voto hacia partidos extremistas, más de extrema derecha que de extrema izquierda".
Asimismo puso énfasis en analizar el caso italiano. Para el diplomático si Roma "reconoce que sus bancos están al borde de la quiebra, admitiendo que necesitan 40.000 millones de dólares de dinero público para mantenerse a flote, y Merkel dice 'no', tendremos un serio problema".
Finalmente analizó la importancia de subir los intereses a nivel mundial para salvar la economía. "Si queremos que la economía crezca a buen ritmo, no hay que emitir moneda ni mantener los intereses en el 0%, sino que las personas mayores necesitan ganar dinero por sus ahorros", concluyó.