El nuevo gobierno del Reino Unido encabezado por Theresa May busca impulsar el desarrollo de la fracturación hidráulica como forma de "financiar sus distintos programas". Asimismo ha ofrecido 10.000 libras a los ciudadanos británicos que se vayan a ver afectados por esto. Esta propuesta, que Max y Stacey ponen en duda respecto a cómo será financiada, surge del hecho de que apenas el 33% de los británicos apoya el desarrollo de esta tecnología. Por su parte un 43% se opone directamente.
"Hablamos del fantasma de la fracturación hidráulica del futuro pero aplicado a los ciudadanos británicos, que parecen no haber prestado atención a lo que ha pasado en los últimos diez años" en EE.UU., aseguró Max.
Además el Reino Unido "es uno de los países con mayor densidad de población de todo el mundo". Situación muy diferente a la que se vive en Wyoming, Texas, Oklahoma, Ohio, Pensilvania, Dakota del Norte, "y el resto de zonas de Estados Unidos en las que se utiliza la fracturación hidráulica".
Costos económicos y terremotos
"El costo que supone extraer energía del interior de la Tierra no deja de subir, y la fracturación hidráulica se inscribe dentro de esa tendencia a utilizar métodos más costosos y complejos para hacerlo", señalaron los conductores de Keiser Report. Asimismo subrayaron que por este motivo "el rendimiento económico de esta técnica es, cuando menos, dudoso".
En ese sentido explicaron que "un pozo de gas natural al uso" en Argelia, Qatar, Rusia "o incluso Estados Unidos (uno de los mayores productores de gas de todo el mundo) tiene una vida útil de entre 50 y 60 años". Sin embargo un pozo de fracturación hidráulica "alcanza su máximo rendimiento en los tres primeros años" y luego comienza a caer.
Para ejemplificar otros problemas derivados de la fracturación hidráulica, también conocida como 'fracking', Max y Stacey hablaron de lo que sucede en EE.UU. donde esta técnica se aplica hace muchos años. En Oklahoma, por ejemplo, se ha pasado de "entre 0 y 2 terremotos al año a registrar unos 900, que fueron los que se produjeron el año pasado (y este año van camino de superar el millar)".
¿Fracturar o no fracturar?
En la segunda parte del programa fue entrevistado Nick Grealy director general de London Local Energy, una empresa que pretende realizar fracturación hidráulica en Londres. Grealy comenzó cuestionando el propio término: "La verdadera revolución han sido las prospecciones horizontales. Lo que pasa es que como 'prospecciones horizontales' sonaba inofensivo, tuvieron que inventarse el término 'fracturación'”.
Grealy también expresó que "nunca construiría un yacimiento en una zona residencial en la que las casas valen cinco millones de dólares, eso no tendría sentido, cuando Londres está repleto de terrenos vacíos". No obstante, al ser consultado por el consumo de agua que eso implicaría respondió que un emprendimiento de esas características "requiere mucha menos agua que la red de alcantarillado de Londres". A lo que Max respondió que eso "es un argumento engañoso", y se sustenta en una cifra que "carece de la más mínima relevancia. Lo que está claro es que la fracturación hidráulica emplea muchísima agua, se practique donde se practique".
Finalmente, el empresario aseguró que existe poca información respecto a la fracturación hidráulica y que la mayoría de la gente "solo ha oído hablar de esta técnica en los tres minutos que le dedica la BBC, o en los tres minutos que se hace eco del discurso de Amigos de la Tierra; pero nunca se ha celebrado un debate en profundidad".