EE.UU., la alcantarilla oligopolista

En este episodio de 'Keiser Report', Max y Stacy hablan sobre el dominio que tienen los oligopolios en Estados Unidos y sobre la necesaria regeneración del Partido Demócrata, cuya candidata 'se olvidó’ de hablar de ese tema durante la campaña. En la segunda parte, Max entrevista a James Howard Kunstler, de Kunstler.com, con el que intenta averiguar cómo afectarán las políticas de Trump a la economía y al medioambiente y comenta el uso que hace el futuro presidente de Estados Unidos de Twitter.

Max Keiser, presentador del programa 'Keiser Report', sostiene que EE.UU. "se ha convertido en una alcantarilla oligopolista", un sistema completamente manipulado por grandes conglomerados de empresas para influir e impedir la aparición de nuevos competidores, que se habría cobrado entre sus víctimas al Partido Demócrata de Hillary Clinton durante las pasadas elecciones.

"El Partido Demócrata está hecho trizas y es hora de que surja un nuevo líder o un grupo de líderes que lo saquen a flote", opina Keiser. Por su parte, Stacy Herbert se pregunta cómo iba Hillary a vender una imagen de sí misma como una candidata antimonopolio después de haber recibido todas esas donaciones. "A pesar de todas las ventajas inherentes con las que contaba su candidata, Hillary se negó a hablar de economía y de desigualdad, seguramente por culpa de todo el dinero que había recibido de los oligopolios", explica.

"Como un dios romano"

En este contexto, Keiser considera que el presidente electo del país, Donald Trump, ha logrado eludir a "los guardianes de la información de los medios dominantes" que forman un oligopolio mediático, algo que ha logrado gracias a Twitter, lo que -según el presentador- "es algo bueno".

Por el contrario, el escritor estadounidense James Howard Kunstler, opina que las nuevas tecnologías y las redes sociales hacen quedar a Trump "como una especie de dios romano que nos envía sus órdenes desde las nubes a los pobres mortales que vivimos sobre la faz de la Tierra". "Yo no creo que esa naturaleza divina que pretende atribuirse Trump con sus tuits sea buena para el panorama político", señala.