Todas las promesas del nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump han descarrillado, recalca el presentador Max Keiser. Primero prometió recuperar la grandeza de EE.UU., luego aseguró que derogaría el programa Obamacare (y tampoco lo consiguió) y finalmente renunció a la reforma fiscal prometida. "Por eso ha decidido iniciar unas cuantas guerras", sostiene el presentador.
Durante la campaña, Trump no dejó de insistir en que China manipula las divisas, y que por eso Estados Unidos ha perdido su grandeza y se ha quedado sin dinero. Sin embrago, ahora el líder estadounidense ha declarado que su Gobierno no etiquetará a China como manipulador de divisas, dando marcha atrás en una de sus promesas electorales.
Además, Keiser recuerda que Trump ha declarado que cree que el dólar está demasiado fuerte, y que eso en parte es culpa suya por la confianza que tiene la gente en él. "Soy el mejor presidente de la historia. Cuando los inversores se acuerdan de que el presidente soy yo, se lanzan a comprar dólares".
"Madre mía, ¡este hombre está loco! Vamos a comprar oro", esto lo que piensan otros países cuando ven la caótica política de Trump. Es justo lo que hacen Rusia, China, y cada vez más gente rica, "porque se han dado cuenta de que la cosa va a acabar saltando por los aires" con Trump.
"Cómo no van a comprar oro si Trump no sabe la diferencia que hay entre un pastel de chocolate y una ciudad como Mosul. Por eso los inversores no hacen más que llamar a sus corredores de Bolsa para pedirles que compren más oro", concluye el presentador.