En este episodio del programa Max Keiser y Stacy Herbert recuerdan el reciente ataque perpetrado el pasado 11 de abril contra el autobús del club de fútbol alemán Borussia Dortmund. El atacante habría realizado el crimen con el objetivo de aprovecharse del supuesto desplome de sus acciones. El caso es un ejemplo de "terrorismo financiero", que hoy en día se ha hecho realidad porque "hay evidencias claras de que existe".
Según apunta Stacy, la falta de las medidas punitivas contra los banqueros que cometen 'pequeños delitos', como robar a personas mayores o provocar el desplome del sistema financiero mundial, lleva a la aparición de "actos de violencia física". Según sostiene Max, este ejemplo de terrorismo financiero no es nuevo, ya que hay otros casos documentados.
La guerra por el déficit
En la segunda parte del programa el especialista Alasdair Macleod, de Macleod Finance y Goldmoney, destaca que Corea del Norte "no es un blanco financiero, sino militar", mientras que el objetivo financiero consiste en "todos los dólares acumulados en la región", en concreto, en Corea del Sur y Japón. Por su parte, EE.UU. necesita este dinero para financiar su propio déficit. Según aclara el analista, el déficit se financia "esencialmente emitiendo bonos del Tesoro", pero los ciudadanos solo compran si opinan que son una opción mejor que su inversión actual.
Según Macleod, Washington estima que es necesario lograr que las inversiones "parezcan menos atractivas", por lo que la guerra se convierte en "la forma más sencilla de alcanzar dicho objetivo".
Macleod indica que China estima que la economía de EE.UU. está "vacía" y así es "vulnerable" o "susceptible a que el dólar pierda su hegemonía". Ello puede sugerir cuál será la perspectiva del gigante asiático y la estrategia que puede elegir con base en esta concepción.