En la primera parte del programa los presentadores abordan la diferencia entre los temas que, según la encuestas, interesan a los estadounidenses, y los temas que interesan a los medios de su país, una diferencia que resulta abismal.
Si bien los periodistas dedican hasta un 75% de su cobertura a las teorías de conspiración sobre Rusia, en realidad este país interesa únicamente al 6% de los encuestados. Y con razón: el problema que preocupa más a los ciudadanos EE.UU. es mucho más real: el estado de su sanidad.
"En eso consiste la guerra de las audiencias de este 2017: en ver quién vende más teorías de la conspiración, en intentar demostrar que Trump ganó las elecciones por la supuesta interferencia de Rusia", afirma Max Keiser.
EE.UU. 'deja' el mundo en manos de China
El programa también se centra en como, nada más llegar Donald Trump al poder, toda la región del Pacífico "tuvo que echarse en brazos de China, cosa que el gigante asiático aceptó de muy buen grado", según el invitado del programa, economista e inversor Jim Rogers.
¿Cómo lo hizo el mandatario estadounidense? Primero retirándose del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) y luego con las sanciones a Rusia por diversos motivos. "Vamos, que, prácticamente, todos los países de Eurasia están acercándose al gigante asiático, mientras que EE.UU. se aleja de ellos, ellos de EE.UU., o ambas cosas", afirma el experto.
Asimismo, Alemania, que es el segundo o el tercer país del mundo que más comercia anda "en busca de nuevos socios y, lo cierto, es que tanto Rusia como China necesitan a Alemania, al igual que Alemania los necesita a ellos", opina.