En esta edición, los presentadores abordan el tema de la rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense, analizando su evolución entre 2009 y 2018. Según destacan, la rentabilidad de estos alcanza ahora su máximo nivel en 9 años, lo que, para Max, demuestra que "los bancos no se fían los unos de los otros". "No se prestan dinero, con lo que el crédito se congela", destaca.
"Nos encontramos en un punto en el que la crisis va a volver a repetirse, solo que esta vez será mucho más espectacular", señala en referencia a la crisis financiera mundial de 2008.
Stacy, por su parte, llama la atención al hecho de que las acciones de Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Nasdaq 100 se cotizan en su máximo histórico. Según observa, "las redes sociales online están teniendo un comportamiento espectacular en el Nasdaq, alcanzando máximos históricos que solo pueden compararse con los del año 2000, justo cuando estalló la última burbuja de las 'punto com'".
Los presentadores analizan la recompra de sus propias acciones por parte de las grandes empresas estadounidenses, algo que Max apunta que "no genera ningún tipo de ganancias". "Apple recompra sus propias acciones en lugar de invertir en el futuro, de forma que, cuando dentro de un año o dos tenga que declarar sus beneficios, no tendrá nada que declarar", advierte Max.
La historia sobre aseos con agujeros
En la segunda parte del programa, siguen con el tema de las redes sociales, centrándose en la cuestión de Facebook y la filtración de los datos privados. "El caso es que Facebook no restringe quién puede utilizar sus datos", sostiene Max.
"El otro día, por cierto, me enteré de que en los baños de las gasolineras existe un mural de madera con agujeros a través de los cuales se viola a la gente de forma anónima y se cometen todo tipo de tropelías; algunos cómplices son incluso menores de edad", dice Max. "Pues bien, Mark Zuckerberg es el hombre que está en la gasolinera, al otro lado de los agujeros del mural, y le da igual lo que se le ponga por delante. Todo le viene bien, no discrimina a nadie. Le da igual que seas grande o pequeño, que tengas una úlcera o hasta que seas enfermo de cáncer. Todo le viene de perlas a Mark Zuckerberg, que toca todos los palos".
Stacy recuerda que cuando Facebook compró WhatsApp en 2014, Zuckerberg prometió que la aplicación seguiría funcionando igual y sin publicidad. Sin embargo, ahora la red social pretende incluir anuncios orientados.
"Seguirán diciendo que se trata de un sistema encriptado puerto a puerto, pero en algún lugar tiene que haber un algoritmo mirando de qué hablamos, porque saben dónde estamos, nuestros gustos, nuestros temas de conversación… Así es como pueden orientar la publicidad hacia nosotros", observa Stacy al respecto.