En la primera parte del programa, Max y Stacy comentan el potencial actual de las criptomonedas en el rescate económico de los ciudadanos comunes ante las políticas económicas de los gobiernos para resguardar a los bancos de las crisis y controlar para sus propios intereses el comportamiento de los más necesitados.
Stacy pone como ejemplo el sistema de 'crédito social' aplicado por China, en el que las personas pueden acceder a ciertos privilegios sociales y económicos solo si su comportamiento cumple con una calificación mínima ante los ojos del Estado. La anfitriona alerta de que las empresas que deseen incursionar en el mercado chino también se ven afectadas por esto.
"Esto se está extendiendo por todo el mundo", afirma Stacy, subrayando que signos de este tipo de "tiranía despiadada" se están extendiendo hacia Occidente. Para Max, esto se debe a que "la gente es así de tonta", y asevera que "por culpa de quienes quieren hacer negocios con China, este tipo de sistema está haciéndose un hueco en las empresas internacionales".
Ante esto, el anfitrión del programa vaticina que el sistema del dinero fíat "está en las últimas", lo que significa que la gente retirará su dinero de los bancos y lo dirigirá hacia las criptodivisas. "A partir de ahí se les presentarán dos grandes opciones: pueden poner su dinero en la moneda de la obediencia, que sería el caso del sistema de crédito chino; o pueden escoger el camino del bitcóin, que representa la soberanía individual y el rechazo al control por parte del Estado".
Esto, según Max, marcará "la guerra del siglo XXI", y tendría un camino claro. "Cuanta más gente se decante por la moneda de la obediencia, más pequeñas se harán sus recompensas", pronostica el presentador, mientras que Stacy advierte que esa moneda "no es una divisa deflacionaria".
En la segunda parte del programa, Amir Taaki, programador y activista conocido por su importante rol en el proyecto del bitcóin, afirma que esa criptodivisa "puede aportar a la humanidad la liberación del sistema de esclavitud financiero en el que hemos acabado". Taaki afirma que actualmente hay suficiente dinero para intentar materializar las ideas detrás de esta nueva tecnología, pero se debe entender que "el dinero no va a generar valor por sí mismo".