"El 'Brexit' es un herpes político para los ciudadanos británicos"

"Las empresas se están dando cuenta que lo del 'Brexit' fue un error garrafal del que entidades como Airbus ya no quieren formar parte, igual que otras agencias de la Unión Europea", señala Max Keiser en referencia a las empresas del sector del automóvil, de la aviación, bancos y otras compañías que buscan abandonar el Reino Unido.

Stacy Herbert detalla que mientras las entidades como JP Morgan y Goldman Sachs planean trasladar sus sedes a Milán o París, algunas empresas británicas, sobre todo las que se dedican a la fracturación hidráulica, "están encantadas" con el 'Brexit', porque ya no tendrán que cumplir con la normativa de la UE que protege el medioambiente.

Según Max, la fracturación hidráulica "es un claro desastre económico", porque "está cimentada exclusivamente sobre la deuda" y "no da dinero, dado que los pozos se agotan antes de que las deudas se salden, con lo que esa deuda acaba en el balance general del país".

Además de ser un "desastre económico", representa serios riesgos sanitarios, "puesto que todos los fluidos contienen sustancias cancerígenas", y también un "desastre medioambiental", porque "en cada lugar donde se realizan operaciones de fracturación hidráulica, el campo acaba quedando como la superficie de Marte", indica Max.

"Lobbies grotescos" de EE.UU. 

En Estados Unidos también existen "lobbies grotescos semejantes a los de la fracturación hidráulica" que "se dedican a saquear a la población", recuerda Stacy. Se refiere a las empresas privadas que gestionan las cárceles o centros para inmigrantes en el país y que sacan provecho de la política migratoria de 'tolerancia cero' de Donald Trump.

"Uno de esos grandes operadores es CoreCivic, cuyas acciones han subido un 79 % desde las elecciones del 2016. Por su parte, las acciones del grupo GEO, otro de los gigantes del sector, han aumentado un 85 %", señala.

Max concluye que "ese esperpento tan típico de EE.UU. ahora va a extenderse al Reino Unido, que ya no contará con la influencia mitigadora de la UE y su normativa". 

"El 'Brexit' es un herpes político para los ciudadanos británicos, que ahora van a sufrir de herpes y de ladillas", asegura el experto.