Los presentadores hablan de tales gigantes tecnológicos como Google y Apple, y de los subsidios gubernamentales que reciben. De acuerdo con Max, "esta gente vive de ayudas del Gobierno gracias a las cuales pueden vivir con una riqueza garantizada".
Los sindicatos existen para proteger los salarios de los trabajadores, recuerda Keiser. "La gente tiene que tomar una decisión: o bien apoyan a los sindicatos y a los bancos centrales, que ofrecen ayudas permanentes a Google y [su director ejecutivo] Eric Schmidt, o renuncian a ambas cosas. Hay que escoger", insiste el presentador.
Según apunta Max, "los Eric Schmidt, Google, Apple o Jeff Bezos viven en el mundo de la piruleta". "No tienen ni idea de economía, pero eso sí: el dinero gratis les encanta", concluye el presentador.
Respecto a los ejecutivos de las grandes empresas tecnológicas como Facebook, Amazon, Google o Apple, Stacey cree que forman "parte de ese sindicato de gente con capacidad de codearse" con los responsables de distribuir los presupuestos del gobierno.
"No es más que un cártel tecnológico, y no menos tóxico que el cártel energético de la OPEP", asevera Max Keiser.
Contratos secretos con China
Asimismo, Stacy recuerda la reciente polémica surgida tras la noticia de que Google supuestamente ha estado negociando contratos con el Gobierno chino. Aparentemente, "un grupo de gigantes de Internet estaba trabajando en secreto en un motor de búsqueda para China, eliminando así contenidos relacionados con los derechos humanos, la democracia, la protesta pacífica y la religión".
En ese sentido, Keiser recalca que "lo que Google y China quieren hacer con todos nosotros es utilizarnos como bebés probeta en un laboratorio de prueba" y engañar a toda la población. "Nos tratan como si fuésemos de su propiedad, lo cual es intolerable y una falta de respeto a todas y cada una de las palabras de la Constitución. Pura traición", enfatiza el presentador.
Sin embargo, Stacy apunta que lo mismo sucede en EE.UU. y Max está de acuerdo: "Sabemos que el Gobierno vigila a los estadounidenses en tiempo real a través de todas las comunicaciones electrónicas, es un hecho".
Stacy señala que las propias empresas estadounidenses que se jactan de sus valores liberales, acaban "trabajando con China para promover políticas autoritarias que parecen salidas de un futuro distópico".
"O se tiene principios o no, así que deberíamos dejar de criticar las ideas autoritarias de un país si nosotros estamos dispuestos a facilitarlas en otro", concluye la presentadora.