Uno de los temas en este episodio es el programa de salud de EE.UU. conocido como Obamacare, que está siendo cuestionado por el presidente Donald Trump, quien pretende incluso derogarlo. Según el mandatario, el monto que deben pagar los ciudadanos por las "franquicias" de este programa es "demasiado elevado", en algunos casos, más de 7.000 dólares.
Max dice ser una de las personas que pagan anualmente alrededor de 20.000 dólares por un servicio al que no tiene acceso y afirma ser víctima de "una estafa pura y dura". "El Gobierno de Estados Unidos no quiere pagar la sanidad de los estadounidenses, sino que prefiere que la pague yo", critica Keiser, quien afirma que estaría encantado de pagar por la sanidad de otras personas siempre y cuando ese dinero se desgravara de los impuestos a la renta.
La sanidad representa casi el 20 % del PIB de EE.UU., "sin contribuir a la productividad ni a la riqueza, sino más bien agotándola", opina por su parte Stacy. "Unos dos millones de estadounidenses se ven obligados a pagar por el programa Obamacare sin percibir ninguna ayuda, es decir, desembolsando el costo íntegro, con unas franquicias de 7.000 dólares", agrega.
El episodio también trata sobre la propuesta de la senadora demócrata Elizabeth Warren de endurecer las leyes antimonopolio en EE.UU. para acabar con los grandes monopolios agrícolas. Esa medida, según Max, mejoraría los salarios, la productividad y la salud de la población al consumir productos sanos y cultivados por pequeños productores.
En EE.UU., todos los canales de distribución están en manos de unas pocas empresas agrícolas como Monsanto, lo cual implica que las familias agrícolas o pequeñas plantaciones solo pueden vender sus productos a esas compañías, que se quedan con todos los beneficios y acaban con la competencia.
Las "fechorías" de los banqueros con el paladio
En la segunda parte del programa, Max habla con Craig Hemke, de TFMetalsReport.com, sobre el paladio, cuyo precio ha subido en un 45 % en cuestión de un año: entre 1.400 y 1.500 dólares la onza. El invitado opina que el paladio podría convertirse en una "bala que acabe con los vampiros de los bancos y ponga de manifiesto sus fechorías a la hora de establecer los precios de los metales preciosos e industriales a través de los contratos de futuros".
"Lo que yo espero, como ya hemos comentado otras veces en el pasado, es que el mercado del paladio estalle. Resulta que los bancos son los que controlan el mercado del paladio, igual que también controlan el del oro, el de la plata, el del cobre o el del platino, a través de los contratos de derivados, con obligaciones de entrega futura, pagarés, etc.", denuncia Hemke.