En esta ocasión Max y Stacy abordan el tema del comercio en medio de la tensión económica actual entre EE.UU. y China. El dólar estadounidense se ha convertido en "un arma" y Pekín planea a largo plazo contrarrestar esta situación almacenando oro y creando sus propios mercados futuros, asegura Stacy.
En este sentido, Max considera que el auge de China "ya es palpable" y estamos ante una confrontación entre ambas potencias. Es probable que Washington no pueda recurrir a sus antiguas estrategias ante momentos de crisis, como el auge de Japón en los años 80, cuando respondió reorganizando los mercados de divisa mundiales. En esta ocasión tendrá que elegir: "O bien acepta su segundo puesto como potencia económica mundial, o bien se saca de la manga alguna medida drástica".
"Las élites están histéricas porque no saben cómo gestionar todo lo que está pasando en el mundo", añade Stacy.
De acuerdo con un artículo de 'Financial Sense' citado por la presentadora, el dólar estadounidense es la divisa de reserva mundial y la mayoría de los países del mundo lo utiliza para fijar los precios y comerciar. No obstante, los estadounidenses han decidido convertir el dólar en un arma, de manera que cualquier transacción que se efectúe entre dos países es susceptible de someterse a las acciones o el escrutinio de EE.UU.
Por tal motivo, China está intentando fijar los precios del mercado en yuanes, pero esta podría no ser la verdadera solución. Durante la crisis económica del 2008, China dijo que prefería que se instaurara algo tipo 'bancor' —propuesta de unidad monetaria internacional ideada por el economista John Keynes—, es decir, un conjunto de mercancías y divisas. En este contexto, Stacy argumenta que de cualquier manera todo lo que se basa en el dinero fíat lleva "implícita la desconfianza".
Es aquí donde entra el oro, que puede que sea el que vaya a proporcionar al país asiático una liquidación más fiable. "Da igual cuál sea la divisa: lo relevante aquí es que pasa por la Reserva Federal de Nueva York, que es de donde procede el control que ejerce EE.UU.", añade Stacy.
EE.UU. por su parte podría aprovechar todo el oro que está acumulando en nombre de muchos países y ser el primero en declarar la vuelta al patrón de este metal precioso.