Los conductores y la invitada de este episodio, Nomi Prins, hablan sobre las consecuencias en la economía mundial de la "conspiración" acordada en el 2008 entre la Reserva Federal estadounidense y los principales bancos centrales emitiendo dinero de la nada para inflar los activos financieros y bancarios.
Los banqueros "decidieron que para arreglar la crisis financiera había que rescatar a las entidades bancarias (…) Así que la Reserva Federal decidió bajar los intereses al 0 %; ahí fue cuando se inició esa conspiración, porque el problema que habían creado los bancos de Wall Street era tan grande que era imposible que un solo banco central abaratara lo suficiente el precio del dinero y emitiera la cantidad necesaria de moneda artificial", afirmó Prins.
La Reserva Federal tramó con entidades homólogas de otros países para "crear la cantidad de dinero necesaria para inyectarlo en el sistema financiero y garantizar la seguridad" de este último. "El problema es que lo que se ha conseguido con esa decisión es trasladar todo el dinero a los bancos, a los activos financieros y a los mercados bursátiles, arrebatándoselo al resto de los ciudadanos pertenecientes a la economía real, que no tienen acceso a ese dinero", agregó.
Nomi considera que se debería acabar con el poder de los bancos centrales para que así se reactive una economía real. "Los bancos centrales están por encima de los gobiernos, del electorado y de la economía real. Tienen la potestad de decidir a quién entregarle el dinero que crean, lo cual no es saludable ni siquiera para aquellos que dirigen esas instituciones" financieras, criticó la invitada.
También lamenta que los banqueros manipulen los procesos políticos de un país y a sus autoridades. "Los políticos de todos los países mantienen un estrecho vínculo con los grandes bancos, que o bien los apoyan directamente, o bien los apoyan financieramente a través de los lobbies, o bien apoyan a otras empresas que a su vez los apoyan a ellos", censuró Prins.