Los presentadores del programa sostienen que Estados Unidos "es un país rico pobre", con unos mercados bursátiles en auge que están en manos del 10 % de la población, mientras que otros 150 millones de estadounidenses están sumidos en la pobreza.
Al respecto citan un estudio de United Way, que reveló que el 43 % de las familias en el país norteamericano pertenecen al estatus "con limitaciones de activos e ingresos y con trabajo". Esto en referencia a quienes, pese a tener un empleo, no pueden costearse la vivienda, la alimentación, el cuidado de sus hijos, la sanidad, el transporte y los servicios básicos de la vida moderna como la comunicación telefónica.
Max incluso asevera que la deuda es el producto que más se ha fabricado en Estados Unidos desde 1971. Wall Street se dedica a crear y a vender deuda, con lo cual se embolsa un dineral en comisiones, pero la mayor parte de ese déficit recae en la población.
"EE.UU. utiliza la deuda como forma de expandir su imperio", una técnica que ha venido utilizando desde hace décadas en todo el mundo, especialmente en Sudamérica y Centroamérica. "Y cuando los vendedores de deuda de Wall Street se quedaron sin países a los que seguir vendiéndosela, entonces decidieron hacer lo propio con sus compatriotas de clase media, convirtiéndolos en ciudadanos del tercer mundo", agregó.
Por su parte, el invitado de este programa, Steve Keen, opina que el exceso de deuda de las familias "sigue siendo la carga más pesada que sufre la economía mundial", por lo que sugiere que hay que rebajarla cuanto antes. No obstante, es consciente de que desde el punto de vista político, esto es "altamente improbable".