En esta edición del programa Max y Stacy comparan la enfermedad de las vacas locas y el canibalismo con el sistema financiero estadounidense.
Los presentadores parten en su conversación de la idea de un economista sueco, que propone comer carne humana de cadáveres para luchar contra el cambio climático. "Es el capitalismo de 'hacerse a la idea', presentado por un economista que piensa que comer carne humana solucionará el problema de las emisiones de metano procedentes de las granjas industriales", comenta la presentadora del programa.
Según Stacy, "el canibalismo es el causante de la enfermedad de los humanos locos, o al menos de la locura en humanos", de la misma forma que ocurrió con las vacas, a las que alimentaron con productos vacunos y "desarrollaron la enfermedad de las vacas locas", enfermedad mortal que procede de las granjas industriales. Desarrollando el paralelismo, la presentadora indica que enfermedad de las vacas locas se adapta perfectamente al sistema financiero de EE.UU..
"Con la excusa de tener que alimentar al mundo, a las vacas les dan de comer otras vacas, y eso provoca la enfermedad de las vacas locas. Y ahora, por culpa del cambio climático y de las granjas industriales, vamos a darles humanos de comer a los humanos, como si esa fuera la gran respuesta ecológica al cambio climático", nota Stacy.
Max continúa la idea y explica que "para mantener esta estafa Ponzi hay que alimentar al capitalismo con más capital, lo que quiere decir que hay que seguir con las tasas de interés del 0 % o negativas para forzar el consumo en el presente".
En la segunda parte del programa Max entrevista a Stephan Livera, autor de podcasts sobre el bitcóin, con el que aborda las perspectivas de desarrollo del criptomoneda.
"La gente compra los bonos pensando que después se los podrá vender a otra persona, y eso no hace sino empujar el rendimiento cada vez más a territorio negativo", explica el invitado. Según Livera, este proceso "sucede en un entorno en el que el crédito es cada vez más barato y está más al alcance de la gente de lo que estaría con un estándar de dinero sólido como son el oro o el bitcóin".
"En ese caso veríamos mucha menos facilidad de crédito y unos precios más realistas", añade.