El episodio empieza con la discusión, entre Max y Stacy, de un tuit del famoso economista y premio nobel, Paul Krugman, según el cual "la deuda es dinero que nos debemos a nosotros mismos. […] Solo nos empobrece en conjunto si desplaza a la inversión".
Max opina que se trata de "propaganda" e indica sus consecuencias: "Tenemos unas infraestructuras en condiciones horribles: carreteras, túneles, puentes… Estudiantes endeudados hasta las cejas y que posiblemente nunca podrán formar parte del tejido productivo".
Stacy indica que Krugman pertenece a la generación de baby boom, que tenía entre 16 y 20 años en 1971, cuando fue abandonado el patrón oro, y tiene una experiencia muy diferente a la de los jóvenes contemporáneos.
"Por supuesto que les encanta este sistema y no quieren que se termine; siempre han tenido dinero gratis. Cuando Krugman dice que el dinero es algo que nos debemos a nosotros mismos no se refiere a la generación del baby boom, sino a la generación Z y a parte de la generación del milenio", concluye.
Stacy recuerda que el 38% de las empresas en el S&P 500 no pueden afrontar las deudas contraídas con sus ganancias actuales. "Hasta ahora lo único que han hecho es acumular deuda, y siguen pagando para mantenerse a cero", sintetiza.
"Han creado un tsunami de deuda tóxica y pensaban que podrían gestionar los resultados de este desastre catastrófico, pero es un desastre financiero generado por la contaminación financiera generada por toda la deuda tóxica que se ha introducido en la economía, que ha provocado grandes distorsiones", admite Max.
"La gente se mete en deudas porque no van a tener que pagarlas nunca"
En la segunda parte del episodio, Max sigue discutiendo la misma cuestión con el invitado, Alasdair Macleod, de la compañía de servicios financieros Goldmoney.com. Según él, "la gente se mete en deudas porque no van a tener que pagarlas nunca, y sin duda los que tienen más culpa de que esto sea así son los gobiernos".
Después, Max pide a Macleod resumir su nuevo artículo sobre el peligro de la llegada de la depresión inflacionaria.
"Se puede sufrir fácilmente una caída de la actividad empresarial al mismo tiempo que el poder adquisitivo de una divisa se precipita por el inodoro, y me temo que eso es lo que estamos a punto de presenciar", explica el invitado.
"La respuesta de los bancos centrales a una economía en desaceleración […] es imprimir, imprimir e imprimir. Una de las cosas que van a hacer al mismo tiempo es reducir los tipos de interés todo lo que puedan. […] Tarde o temprano la gente despertará y verá lo que está sucediendo en realidad con su dinero, y no comprarán deuda pública al 1,5%, a 10 años, en el caso de EE.UU.", agrega.
"Son las mismas condiciones que tenían en la República de Weimar por aquel entonces, y eso es algo que debería preocuparnos. […] En la República de Weimar nos encontramos en una situación muy delicada en la que no existe ningún apoyo al valor de la divisa, la misma divisa que utilizan como método de financiación del déficit del gobierno. Es la misma situación que está ocurriendo en EE.UU. y cualquier otro país de la actualidad", advierte.