Uno de los temas centrales de este capítulo trata sobre la sugerencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) de reeditar los acuerdos de Bretton Woods, firmados en 1944. Esas "ansias de reseteo" se producen cuando los niveles de deuda se disparan y las naciones se dan cuenta de que su moneda ya no tiene ningún valor e intentan convencer al resto para establecer un nuevo acuerdo, expone Max.
Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las principales potencias "estaban en la ruina, salvo EE.UU., que permanecía intacto", y "casi todos los países estaban endeudados" con Washington, recuerdan los presentadores del programa. Pero ahora el que "está en la ruina es Estados Unidos" y a quien "se le debe dinero es a China", que, al parecer, "es consciente de que no se lo van a devolver".
El país norteamericano "se ha endeudado hasta las cejas" y "está a punto de irse a la quiebra", por eso "quieren reeditar Bretton Woods" con fines geopolíticos y financieros, sostiene Max. En cuanto a las tensiones entre Pekín y Washington, considera que podrían desembocar en "un cambio de guardia del siglo estadounidense al siglo chino, con un dólar que, como era de esperar, ha sido en los últimos 100 años la divisa de reserva mundial, pero va a dejar de serlo".
Guerra de divisas
Por su parte, el invitado de este episodio, Simon Dixon, opina que en caso de que se reediten los acuerdos de Bretton Woods, el mundo se regiría por la moneda digital de algún banco central y podría hacerse realidad una guerra de divisas. "Yo creo que el oro no tendrá ningún papel en el diseño del nuevo sistema financiero", comenta.
Sin embargo, si un país dispone de suficientes reservas de oro respecto a su PBI, entonces podrá tener voz y voto en esos nuevos acuerdos; mientras que las demás naciones deberían plantearse la "única apuesta asimétrica que puede hacerse en el mercado actual", que "no es otra que tener bitcoines en el balance general" para así "ganar peso en esa renegociación monetaria", sugiere Dixon.