"Los bancos centrales han decidido rescatar a algunas personas y dejar que el resto se ahogue"

Desde el año 2008, los bancos centrales vienen luchando contra su quiebra y han entrado en pánico. Actualmente, sus constantes malas asignaciones de capital, mientras se defienden de las deudas tóxicas, los han dejado inmersos en una espiral de deflación, afirman los presentadores del programa.

Según estos, en los últimos 20 años, los bancos centrales han tratado de detener la venta masiva en el mercado de la deuda y lo han hecho con ayuda de los gobiernos: el Estado emite moneda "a mansalva" y esas entidades la recompran, haciendo que el mercado de deuda pueda subir indefinidamente. Sin embargo, en opinión de Max, ese fenómeno es difícil de mantener y "no se puede impedir que los bonos recuperen sus niveles de rentabilidad habituales". 

De cualquier forma, los bancos continúan ideando estrategias para evitar un precio de equilibrio en el mercado de deuda y su "último truco" es el de los "intereses negativos". "El problema es que los intereses negativos implican una devaluación aún mayor del papel-moneda. Por eso el mercado de las materias primas ha iniciado una tendencia al alza; por eso el bitcóin está cerca de alcanzar un nuevo máximo histórico; y por eso el oro está evolucionando mejor que otras veces", advierte Max.

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Entre tanto, Stacy subraya que los bancos centrales están provocando el "agotamiento tanto de la economía como de la velocidad monetaria". Desde 2008 han estado "emitiendo moneda a raudales" para impedir el estallido de todas las deudas tóxicas, en lugar de "asumir la realidad". En este aspecto, considera que los bancos deberían actuar como "socorristas" y concientizar de lo desastroso de la situación, pero "es justo lo contrario de lo que están haciendo".

Con el cambio de la norma del oro a la norma del dinero fiat en la década de 1970, los bancos "se volvieron completamente locos" bajo la premisa de que podían controla la economía a base de emitir moneda y recomprar su propia deuda. No obstante, en el actual punto de inflexión, con el desplome del dinero fiat y el auge del bitcóin, han entrado en pánico "y piensan que morirán ahogados" a causa de sus malas decisiones.

"Eso es lo que hace que ni contemplen la posibilidad de una bajada del PIB, porque las economías saturadas de deuda no pueden permitírselo. Pero es que ahora, además de seguir luchando contra la corriente, han decidido rescatar a algunas personas y dejar que el resto se ahogue", concluye Stacy.

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