En EE.UU. está teniendo lugar un "crecimiento gradual de la inflación", cuyo índice "real" en la actualidad "es del 10 o el 12 % y pronto" podría duplicarse. Mientras tanto, el Gobierno "manipula a la baja los datos", asegurando que la inflación oscila entre el 1 y el 2,25 %, cuando algunos sectores de la economía estadounidense como el maderero están dando a sus clientes presupuestos válidos solo para una semana debido a que los precios están subiendo "tanto", advierten los presentadores.
Lo que "estamos viviendo ahora mismo [en Estados Unidos] es un auténtico 'crack-up boom', un hundimiento del sistema monetario acompañado de la consiguiente inflación", sostiene Max. A lo largo de la historia, antes de que estallara una crisis financiera, las bolsas ofrecían grandes rendimientos y se emitían ingentes cantidades de moneda, recuerda Stacy, indicando que algo similar está ocurriendo en el país norteamericano.
Según Max, hasta hace poco el mundo se regía por una economía globalizada que se apoyaba en el dólar. Pero desde la Administración Trump se inició una era de desglobalización, sentando las bases de un nuevo período "neomercantilista en el que cada país busca individualmente su propio interés". "El problema es que, con el Gobierno estadounidense actual, este nuevo sistema se ha traducido en un aumento de la tensión", critica.
"Dinero tóxico"
Por su parte, el invitado de este capítulo, Brady Swenson, opina que el bitcóin puede ser una forma de abandonar el actual sistema y "crear otro nuevo mucho más pacífico e inclusivo". Además, considera que las propuestas que se están debatiendo en EE.UU., como la renta básica universal, la concesión semanal de subvenciones a los ciudadanos y otras, no son otra cosa que socialismo.
Dichas políticas serían lo "mejor" para esa criptodivisa para "convertirse en la forma monetaria de referencia, porque si todo ese dinero tóxico" que se emite, en lugar de "entregárselo a los bancos, se les hace llegar a los ciudadanos, estos lo invertirán en el bitcóin", valora Swenson. El "socialismo monetario lleva tanto tiempo beneficiando a los más privilegiados que ya es hora de que, en su declive, nos favorezca también a nosotros", concluye.