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El actual "capitalismo de vigilancia" empuja a las empresas al "'corporaticidio'"
En este episodio de 'Keiser Report' Max y Stacy hablan de la aceleración de la desglobalización y del capitalismo de vigilancia, lo que en el contexto de la actual trampa de Tucídides significa que cada país tendrá su propio y omnisciente Gran Hermano. En la segunda parte, Max sigue entrevistando a John Rubino, de DollarCollapse.com, sobre dinero gratuito y refugios seguros en tiempos de inflación.
En la primera parte del programa, Max y Stacy hablan sobre las compañías privadas que recaban todo tipo de datos de la población a través de automóviles, frigoríficos, equipos informáticos y teléfonos móviles, aunque aseguran que es por motivos corporativos.
"La realidad es que lo único que buscan es el beneficio económico para sus accionistas, que así se lo exigen", afirma Stacy.
Según explica, en la actualidad vivimos en lo que denomina "capitalismo de vigilancia", y pone como ejemplo del mismo a las empresas de automóviles, que venden los datos de sus clientes a entidades privadas y estas, a su vez, hacen lo propio con los gobiernos "para poner en el punto de mira a los ciudadanos de todo el mundo".
Por su parte, Max opina que nos dirigimos hacia la "singularidad", porque los tres componentes fundamentales del estado de vigilancia (almacenamiento, procesamiento y transmisión digital) ya son prácticamente gratuitos. "Los datos y las personas nos hemos convertido en un mismo ente", asegura.
En medio de este estado de vigilancia permanente sobre el conjunto de la ciudadanía, el presentador cree los márgenes de la rentabilidad caen hasta cero, por lo que los beneficios de esas empresas desaparecen. "Las empresas están cometiendo un 'corporaticidio'", afirma.
"Si continuamos por ese camino, el sistema acabará estallando"
En el segundo tramo del programa, el invitado de este episodio, John Rubino, asegura que la única forma de mantener el sistema a flote y evitar que la deuda contraída previamente por EE.UU. "salte por los aires" es emitir más dinero cada año y entregárselo al sistema bancario.
"Aunque sabemos que si continuamos por ese camino, el sistema acabará estallando, no tenemos más remedio que seguir gastando, endeudándonos y emitiendo moneda", asevera el experto, que no ve otro modo de contener la depresión deflacionista que se nos avecina.
"Primero crean el dinero de la nada y, a continuación, se lo gastan", explica Rubino. Ante un panorama económico tan poco halagüeño, tiene claro que "nos espera un futuro de lo más disparatado".
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