"Hay muchísimos posibles catalizadores para una gran crisis financiera y cualquiera podría enviarnos al precipicio"

Tras dos décadas sin inflación, ahora de repente estamos ante una del 4, 5 o 6 %, en función de la métrica, y todas las tendencias macroeconómicas a largo plazo apuntan hacia una inflación creciente, señala el escritor financiero John Rubino, quien indica que "estamos pidiendo prestado tanto dinero nuevo que vamos a tener que cubrirlo creando una nueva divisa, y eso hará indudablemente que el valor de las grandes divisas fíat caiga".

"Hay muchísimos posibles catalizadores para una gran crisis financiera, cualquiera podría enviarnos al precipicio, y si la inflación se mantiene alta durante más tiempo del que los mercados puedan aguantar, podría suponer la gota que colma el vaso", sostuvo el invitado.

Rubino recordó que se están creando billones de dólares para rescatar a "estados y localidades que prácticamente se hicieron la cama ellos solitos al implementar planes de pensiones tremendamente generosos, entre otras muchas cosas", y esta táctica descontrolada afecta por el camino al mercado financiero que, "en lugar de ayudar al sistema, está acelerando el proceso de hundimiento de la sociedad".

"Es como si nos dedicamos a agotar un montón de tarjetas de crédito: nos lo pasaremos muy bien con todo ese dinero, pero llega un momento en que hay que pagar la cuenta. Hemos llegado a ese momento, las cosas ya no van tan bien", explica el experto, al afirmar que el sistema existente "ya no tiene arreglo" por ser "extremadamente complicado con cantidades absurdas de dinero nuevo".

Por su parte, Max Keiser llama la atención al hecho de que hoy en día "la inflación está acaparando un foro que normalmente veríamos en una economía que comienza a depender del racionamiento, porque la economía subyacente no funciona, la infraestructura se desmorona y la cadena de suministro no se puede mantener".

Como ejemplo, el presentador se acordó de Cuba, donde "hay inflación porque es imposible conseguir un kilo de azúcar sin una cartilla de racionamiento, estaría fuera de nuestro alcance". "Parece que la gente ha asumido que la economía estadounidense es una especie de orbe mágico que vibra en los márgenes y los precios suben y bajan, pero a mí me parece que todo esto está hundiéndose, como le pasó en su día a la Unión Soviética", opina Max.