¿Crear un robot con el rostro de una persona real? Esto suena como la trama de una película de ciencia ficción. Sin embargo, ya es una realidad: una empresa rusa construye robots asombrosamente parecidos a los humanos. Sus ingenieros están dispuestos a reproducir cualquier apariencia. ¡Sí, también la de ustedes! Erick decide apuntarse al experimento para convertirse en la cara de un androide de última generación, pero a medida que investiga el tema comienzan a surgirle inquietantes preguntas.