Colombia en fuego cruzado: "Aquí cada uno se defienda como puede"

El conflicto armado en Colombia comenzó hace varias décadas y, desde 1958, se ha cobrado cerca de 220.000 muertos, de los cuales más del 80% eran civiles. A pesar de que hoy en día la situación está mucho mejor, aún existen zonas en las que el conflicto está muy vivo. El nuevo episodio de RT Reporta, 'Colombia: En fuego cruzado', cuenta las historias de los habitantes de Toribío, uno de los municipios más afectados por los enfrentamientos entre el Ejército, la guerrilla y los paramilitares.

"Aquí cada uno se defienda como puede", cuenta Rodmira Isaza, que perdió a su marido y a su hijo en el conflicto. "La guerra me quitó a mi cuñado, a mi sobrino y a unos cuantos amigos cercanos. Ahora, uno cruza cualquier esquina con miedo de que, en cualquier momento, suceda el hostigamiento o te ataquen con un tatuco (mortero), una bomba, cualquier cosa. Aquí uno no vive: sobrevive", asegura Leider, el hermano de Rodmira.

"En los últimos 30 años, las guerrillas han tomado el pueblo en más de 10 ocasiones y se han denunciado más de 700 hostigamientos. Quien siempre ha salido perdiendo es la población civil", cuenta Bricio Segovia.

"Ha habido un constante abandono estatal de las poblaciones rurales, más donde hay comunidades indígenas. La gente que no tiene tierras, no tiene trabajo y no tiene ingresos se empobrece. Esa situación provoca que los jóvenes no tengan alternativas y sean vulnerables a la propuesta de la guerrilla", destaca el alcalde de Toribío, Ezequiel Vitonás.

Al mismo tiempo, un líder indígena, Gabriel Paví, denuncia que "el Ejército, con el afán de controlar su territorio y de mostrar resultados al país o al mundo entero, comete muchos errores y hace 'falsos positivos'", un término que se refiere al asesinato de civiles inocentes, a los que el Ejército hace pasar como guerrilleros muertos en combate para 'adjudicarse puntos'. "Por este motivo, también consideramos que la presencia de fuerza pública también genera más violencia", añade Paví.

"El conflicto se nutre desde dentro y por parte de cada uno de los actores, por mucho que algunos de ellos vean un futuro diferente en su país. Todos aportan su granito de arena, de manera voluntaria o involuntaria, por necesidad o por avaricia, y eso me hace dudar mucho sobre cuándo y cómo Colombia va a alcanzar la paz", concluye Bricio Segovia.