Bogotá: lo que cuentan los muros

¿Los grafitis son actos vandálicos o un modo de embellecer las calles? En el pasado la policía de Bogotá perseguía a los grafiteros porque sus actividades se consideraban ilegales. Pero hoy en día existen exposiciones de este arte urbano, y en muchas ciudades, la Administración financia la decoración de espacios públicos con este tipo de expresión artística para mejorar su atractivo turístico y la vida de sus habitantes. Descubran cómo este fenómeno ha cambiado el ambiente social de la capital.

Los grafiteros han hecho de Bogotá, la capital de Colombia, un lienzo sobre el que plasman su arte, hasta el punto de convertir a la ciudad en una fiesta de color.

Lo que en el pasado se consideraba como vandalismo, hoy se acepta como expresión artística y se promociona desde la administración local, ya que le da empuje al turismo en zonas que eran desconocidas e incluso estigmatizadas.

La corresponsal de RT en Colombia, Camila Lozano Delgado, presenta testimonios de los grafiteros y de los bogotanos sobre este fenómeno que gira en torno al grafiti como aspecto cultural, político y social que rompe con lo acartonado de la urbe y relata a través de la pintura, letras y formas, la historia, la memoria y las luchas urbanas del país.

Reparar el tejido social

"Compartir, sentir y vivir"; "memoria y resistencia"; "revolución"; "un lenguaje que transforma"; "un derecho a la ciudad"; "libertad"; "mujer", son algunas definiciones que los artistas del grafiti le dan a este arte callejero como forma de expresión, que transciende todo ámbito, incluyendo la denuncia política, la lucha de clases, la reivindicación histórica, entre otros aspectos sociales, políticos y culturales.

Carlos Trilleras es uno de los artistas urbanos que busca transformar la imagen de la ciudad con el rescate de la memoria y movimiento indigenista.

Su expresión artística, a través del muralismo, busca reparar el tejido social de las comunidades originarias de Colombia que han sido afectadas por el extendido conflicto armado.

Para Trilleras es fundamental, antes de hacer sus grafitis, tener las vivencias. "Vivir, compartir y luego venir a plasmar, para mi es súper importante eso".

"Un muralismo crítico"

Este fenómeno en Bogotá se ha apropiado de narrativas y colores locales. Para Christian Padilla, historiador de arte, en los últimos 15 años se ha vivido "un reavivamiento del arte mural, del grafiti, del arte urbano, que ya deja de ser marginal y que empieza a ser incluso recibido con furor, en el sentido de que se convierte en una manifestación", al punto que ahora se muestran en las galerías de arte.

En el caso de Colombia, el grafiti forma parte del imaginario popular que se remonta a décadas atrás y que habla de política y de la época de violencia.

"Es un muralismo crítico, es un muralismo que hace referencia a las circunstancias políticas que acontecen en Bogotá en cada uno de estos períodos", explica Padilla.

Además, el experto añade que en Colombia hay artistas que fundamentan su arte en hacer "comentarios de resistencia frente a ciertas circunstancias de la política de cada momento, artistas que trabajan temas vinculados con la reivindicación social, de las minorías, del obrero, de los trabajadores, del hombre popular".

Si deseas saber más sobre el arte urbano que se desarrolla en la capital colombiana, donde también cobra protagonismo el turismo, RT Reporta te invita a observar el resto de este especial en compañía de la corresponsal Camila Lozano Delgado.

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