Guatemala: techos color pobreza
El déficit de vivienda en la nación centroamericana asciende a más de dos millones de casas. En la capital, la carencia ha provocado que, de las montañas, broten hogares sin regulación. Esos lugares están marcados por la indiferencia, la falta de oportunidades, la pobreza y, sobre todo, la marginalidad.
Hasta 2015, se tenían contabilizadas 412 favelas, la mayoría, en el Área Metropolitana de Guatemala. En ellas viven miles de familias en condiciones precarias, ya que sufren la escasez de algunos servicios básicos, por ejemplo, el acceso al agua potable. Sus habitantes se sienten desamparados por las autoridades locales, que les han pedido que abandonen dichos asentamientos.
Pagar por una vivienda segura y digna podría costar entre 300 y 1.000 dólares al mes, especialmente en Ciudad de Guatemala. Mucha gente no puede pagar esta cantidad, por eso tiene que recurrir a otros lugares donde cobran unos 78 dólares mensuales, pero allí se alojan en habitaciones diminutas y todos los servicios —como los baños y los lavaderos— son comunitarios.
Por otro lado, la capital guatemalteca alberga sitios como la Limonada, uno de los mayores guetos de Centroamérica, donde las pandillas están presentes y la delincuencia está a la orden del día, ya sea en forma de extorsión o de robo con distintas armas.