¿Serán las víctimas capaces de perdonar tras el acuerdo de paz del conflicto armado de Colombia?
Después de seis décadas parece que finalmente puede llegar a Colombia la anhelada paz: las partes implicadas en el conflicto armado han cedido en sus posturas y parece que los estigmas de ese enfrentamiento pueden empezar a sanarse. Así, el próximo día 23 de marzo se ha estimado que se haga público el acuerdo de paz definitivo.
"Pero, ¿está preparado ese país para un cambio tan radical? ¿Cómo se va a plasmar en la realidad ese compromiso del documento? ¿Los familiares de las víctimas podrán perdonar? ¿Cómo se va a impartir justicia?", plantea el presentador del programa de RT 'El zoom', Javier Rodríguez Carrasco.
En cifras, el número total de víctimas hasta 2015 se estima en unos 7,8 millones, mientras que el de desplazados forzados es de 6,6 millones. Los combatientes y civiles fallecidos superan los 260.000 y las desapariciones suman un total de 45.000.
Las víctimas del conflicto, ¿capaces de perdonar?
El pasado 15 de diciembre se cerró un acuerdo histórico en torno a las víctimas del conflicto armado que busca, en primer lugar, una reparación, que se haga justicia y que existan unas garantías de 'no repetición'.
"En este proceso negociador es necesario reconocer a todas las víctimas del conflicto, por ambas partes, y hacerlo en su plena condición de ciudadanos con derechos, no hablar de impunidad y hacer un reconocimiento de responsabilidad", indica el presentador, añadiendo que "la satisfacción de los derechos de las víctimas debe ir de la mano de un principio de reconciliación".
Juan Carlos Villamizar, exportavoz del foro internacional de víctimas, opina que la paz en el conflicto vendrá con "perdón", "justicia" y "verdad", pero hace hincapié en que no es necesario que las víctimas tengan que perdonar ya que "no es su obligación". "Es importante que se cuente la verdad y que haya justicia, garantías de no repetición y que pasemos la página del conflicto armado, pero más que el perdón se necesita la reconciliación entre los colombianos", apunta.
Además, Villamizar indica que ambas partes han cometido crímenes y dejado víctimas durante el conflicto y que el proceso "va a ser un ejercicio y un reto gigantesco para Colombia".
Por su parte, Christian Visnes, director del consejo de refugiados de Noruega, apunta que las personas que se vieron obligadas a desplazarse, perdieron familiares o fueron víctimas de tortura o de violencia sexual exigen explicaciones y reconocimiento.
El reparto de tierras, la piedra angular
El primer paso sobre este aspecto llegaba el 26 de mayo de 2013, gracias a un acuerdo común denominado 'Reforma Rural Integral'. "La creación del llamado 'Fondo de Tierras' va a intentar lograr una democratización en el acceso a la tierra para beneficiar a los campesinos que, o bien no tienen terrenos, o bien no poseen una superficie suficiente", explica Rodríguez Carrasco, quien añade que, en su opinión, "esto tiene que llegar a las comunidades más afectadas por el conflicto".
El senador del Polo Democrático Alternativo de Colombia Iván Cepeda destaca que hay dos acuerdos importantes sobre los temas agrarios en la mesa de La Habana: uno hace referencia a "la reforma rural que debe otorgar tierras a los campesinos e impulsar la economía campesina", amenazada por el grado de concentración de la tierra, y el otro apunta a "cómo enfrentar de una manera distinta el problema del narcotráfico a través de la sustitución progresiva de cultivos ilícitos".
Asimismo, el experto apunta que el artículo 64 de la Constitución colombiana es mera "retórica", ya que solamente el 1% de los propietarios tienen el 50% o 60% de la propiedad rural en Colombia. "Deben dar también una contribución a la paz; la manera de hacerlo es cumplir el acuerdo que hay sobre reforma agraria en los diálogos que se han tenido en La Habana", indica.
La guerrilla, ¿en el escenario político?
"Una de las razones de esta guerra tan larga es que Colombia no es un país democrático", denuncia Cepeta. "Es el resultado natural de un proceso de paz que una vez las guerrillas dejen las armas, puedan ejercer política y convertirse en organizaciones legales que tengan garantías".
"Desde mi punto de vista se tendría que realizar una reforma electoral que asegure un sistema transparente y moderno que deje que sea el pueblo quien decida, sin dejar de velar por que no haya infiltración criminal dentro de la vida política", apunta el anfitrión de 'El zoom'.