¿Y si fuera Rusia la que estuviera con misiles en Canadá o Cuba?

Putin ha presentado ante el Parlamento ruso una nueva generación de armas invulnerables a los sistemas antimisiles que rodean el país. ¿Se lo tomarán como una amenaza o como una respuesta proporcionada? ¿Qué reacción surgirá en EE.UU. y la OTAN? ¿Estamos ante una nueva carrera armamentística? Javier Rodríguez Carrasco debate con sus invitados en 'El Zoom' las nuevas estrategias mundiales y si se podrá mantener el balance de fuerzas en un mundo que teme una guerra nuclear.

La piedra angular de la seguridad mundial está sufriendo varios golpes. En 1972, la Unión Soviética y EE.UU. firmaron el Tratado sobre Misiles Antibalísticos (Tratado ABM), que limitaba el número de escudos antimisiles con carga nuclear, pero en el 2002, Washington se retiró de ese acuerdo.

Tras la retirada unilateral del país norteamericano del convenio, Moscú en reiteradas ocasiones trató de persuadir a Washington para sentarse a la mesa al diálogo para preservar la confianza, pero esa esperanza se vio rota cuando EE.UU. anunció la creación de un sistema de defensa global argumentando que este no estaba dirigido contra Rusia, recuerda el presentador del programa.

El clima de desconfianza ha crecido desde la Guerra Fría hasta la actualidad, porque hoy en día las relaciones entre ambas potencias están "bajo cero". Y claro, con la extensión de la OTAN en Europa y en las fronteras rusas, así como con la presencia de misiles estadounidenses en Japón o Corea del Sur, es normal que Rusia se sienta acorralada.

Una respuesta adecuada

"De esta forma, no es de sorprenderse que Putin haya presentado las nuevas armas rusas. Porque ¿y si fuera Rusia la que estuviera con cohetes en Canadá, en Cuba o con barcos armados hasta los dientes en las costas de Florida? A alguien le extrañaría que EE.UU. corriera a defenderse, a crear una situación de equilibrio y de disuasión", cuestiona Rodríguez Carrasco.

Los medios occidentales ya hablan de amenaza, cuando el discurso del presidente ruso ha sido de respuesta, debido a que algunos se han saltado las leyes internacionales y los acuerdos firmados. Esos que dicen que respetan, pero que lo único que hacen es adaptarlos a su antojo. Lo hizo EE.UU., lo hizo la OTAN con su expansión, y ahora Rusia responde porque se siente acorralada y señalada, finaliza el presentador.