"Hay muchos intereses en juego" en el manejo del caso del asesinato de Jamal Khashoggi, ha afirmado Jorge Mestre, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, durante el programa 'El Zoom'.
Respecto a ese caso, este especialista ha asegurado que "mucho me temo que pueda convertirse en una especie de pantomima", debido a que Arabia Saudita posee un papel "verdaderamente influyente" en Occidente a través de grupos de presión y 'lobbies' que trabajan en los principales puntos donde se toman decisiones: "Me cuesta creer que se pueda llevar a cabo" una investigación independiente, ha añadido.
Mestre ha estimado "verdaderamente significativas" las reacciones que ha habido sobre el caso, en contraste con el envenenamiento del exagente doble Serguéi Skripal y su hija Yulia. "En el caso Skripal, el Reino Unido no tardó ni dos semanas en empezar a efectuar expulsiones diplomáticas de personal ruso, mientras que en el lamentable caso del asesinato del señor Khashoggi ha transcurrido casi un mes y [...] no ha habido ningún tipo de sanción seria", ha recordado.
Por otra parte, el analista internacional Amin Lejarza ha admitido que existen posibilidades de que "alguien vinculado" a la familia real saudita "haya sido quien diese la orden", algo que tampoco exime a Riad de "haber sabido con antelación" qué sucedió.
Oriente Medio
Por otra parte, Lejarza cree que la situación del periodista "no está camuflando para nada lo que ocurre en Yemen", sino que lo que ha hecho es "poner en la diana a Arabia Saudita". "Esperemos que el que Riad esté en la diana también signifique el poder hablar de Yemen y que no todos los países de la UE sean cómplices", ha aseverado.
Para Lejarza, el caso Khashoggi "ha dado una imagen de incompetencia [...] de la que ya conocíamos ciertas prácticas del régimen saudí y, además, ha dejado en evidencia un servicio de inteligencia que comete actos atroces": "Y si es verdad que la monarquía saudí no sabía que este tipo de crímenes se llevaban a cabo, deja mucho más entredicho al príncipe heredero", ha añadido.
Turquía y la UE
Turquía tiene una imagen pública "seriamente dañada", y ahora Erdogan "curiosamente" parece puesto de lado de la libertad de expresión y de prensa, ha señalado por su parte Mestre. "De esa manera, yo creo que quiere recuperar esa confianza que hasta ahora había sido dañada en los últimos años con los aliados occidentales", ha acotado.
Lejarza ha agregado que el "juego" entre Turquía y Arabia Saudita "se trata de una lucha de poder esencialmente política y religiosa", por eso Ankara "va sacando información poco a poco". El analista ha aclarado que los turcos no es que quieran "sacar tajada política", sino que aprovechan la situación para "conseguir mayor poder en Oriente Medio".
"Que las empresas comiencen o no a poner sanciones es un juego que no podemos todavía apreciar y dudo mucho que vayan a empezar de forma sistemática a atacar a un país como Arabia Saudita", ha afirmado este analista, quien ha señalado que las empresas "ya amenazaron desde el minuto 1 a Occidente diciendo que, si hacía falta, se acercarían a Irán".