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Las dos caras del dogma de la política exterior estadounidense
Dos siglos después de su implementación, la Doctrina Monroe aún define las relaciones entre Estados Unidos y Latinoamérica, pero muchos perciben ese deseo paternalista de defender los intereses de la región como una herramienta de control. Su principal enunciado es "América para los americanos", pero ¿qué americanos?
"América para los americanos". Seguramente muchos habrán escuchado
esta frase rimbombante. Pues estas cuatro palabras sintetizan a la perfección la famosa Doctrina Monroe, atribuida a James Monroe, quien gobernó Estados Unidos hace casi 200 años.
Tras la progresiva emancipación del continente americano, esa joven nación temía
el resurgimiento de imperios coloniales en la región y dictaminó que cualquier intervención de potencias europeas sería percibida como un acto de agresión, ante el cual responderían.
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