Científicos de la Universidad de Carnegie Mellon, en EE.UU., han llegado a la conclusión de que los abrazos ayudan a reducir los síntomas de estrés y de dolencias como el resfriado común, dependiendo directamente la cantidad de veces que realizamos este actos con los efectos positivos que conlleva, informa 'The Daily Mail'.
La investigación se apoya en una encuesta realizada a más de 400 personas en la que se abordan cuestiones sobre sus conflictos personales, el apoyo social que reciben y la cantidad de veces que se abrazan al día. Asimismo, los voluntarios fueron expuestos a un resfriado común en laboratorio y se monitorizó la evolución y desarrollo de los síntomas del virus.
Los resultados del estudio mostraron que aquellas personas que se sentían más apoyadas por su familia y amigos y que eran, literalmente, "más abrazados", eran menos propensos desarrollar síntomas de la enfermedad y reducían los estados psicológicos estresantes, tales como depresión o ansiedad.
"Esto sugiere que ser abrazado por una persona de confianza puede actuar como un medio eficaz para transmitir apoyo, y que el aumento de la frecuencia de los abrazos podría ser un medio eficaz para reducir los efectos nocivos del estrés", sostiene Sheldon Cohen, líder de la investigación."Aquellos que reciben más abrazos están más protegidos ante la infección", concluyen.