En plena tendencia al alza entre los británicos de poner fin a sus vidas en clínicas donde se practica la eutanasia fuera del país, cada vez más sacerdotes desean satisfacer el deseo de los familiares de las víctimas de suicidos de ofrecerles funerales cristianos normales, informa 'Daily Mail'. La polémica ha llegado a tal punto que la reforma se votará en el sínodo general de la Iglesia de Inglaterra el próximo mes.
Se espera que la mayoría del sínodo apoye permitir enterrar a los individuos que se suicidaron con arreglo a las reglas habituales a pesar de que varios eclesiásticos de alto rango se oponen tajantemente a cambios que puedan contribuir a una 'legalización' de suicidio. "La Iglesia siempre se ha opuesto al suicidio sobre la base del mandamiento 'No matarás', y eso te incluye a ti mismo", asegura un religioso opositor a los cambios legales en el rotativo británico.
La disensión en las filas de la Iglesia inglesa crece en el contexto de una posible despenalización del suicidio asistido en el Reino Unido a raíz de la iniciativa legal impulsada por lord Charles Falconer, miembro del Partido Laborista y exsecretario de Estado de Justicia. El Parlamento británico podría aprobar la denominada Ley del Suicidio Asistido dentro de dos años.
Las cifras avivan el debate: 244 ciudadanos británicos decidieron poner fin a su vida entre 1998 y 2013 en clínicas suizas como Dignitas, que ofrecen a los pacientes con enfermedades terminales asistencia para morir.