Cuarenta propietarios de iPhones participaron en una serie de experimentos llevados a cabo por científicos de EE.UU., que presentaron sus resultados en la revista 'Journal of Computer-Mediated Communication'.
Los investigadores descubrieron que las personas que se ven obligadas a no utilizar su 'smartphone' empiezan a mostrar varios trastornos psicológicos y fisiológicos que se manifiestan, por ejemplo, en la incapacidad para llevar a cabo una serie de funciones cognitivas inherentes a la naturaleza humana.
Según el estudio, este impacto negativo no lo provoca solo la ausencia del dispositivo de Apple en sí, sino también el hecho de no poder contestar a una llamada; en esos casos aumenta la presión y el ritmo cardíaco y el individuo sufre ataques de ansiedad.
Los investigadores señalan que estos patrones son extrapolables a los propietarios de cualquier teléfono inteligente, pero hasta el momento el estudio se ha limitado a investigar a personas que poseen un iPhone.