"¿Tiene usted, por casualidad, la ilusión de ser un buen cristiano?", empieza la mujer dirigiéndose al diputado Kostas Jatsidakis, para espetarle a continuación: "Si realmente es muy cristiano, y conoce el mensaje de Dios, tendrá que llevarlo a la práctica. No basta con santiguarse".
La señora Katsulis cuenta que ha votado durante muchos años a Nueva Democracia, pero que no lo volverá a hacer, y que en las elecciones del próximo 25 de enero votará a Alexis Tsipras, líder de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA). "No porque me vaya a llevar al paraíso. Confío en sus palabras y su mirada limpia; no confio en ese otro, ridículo, malvado, pícaro", explica.
"¿Ha tenido Usted que pasar noches en ayunas? ¿Ha sentido la amenaza de que los bancos le arrebaten la casa que construyó durante años? ¿Ha dormido sobre un colchón helado?, exclama la telespectadora, que es viuda, tiene un hijo que estudia y una pensión de 360 euros.
"¡Contestadme por favor! No soy la única, somos muchas griegas las que dormimos en casas congeladas, que por la noche no tenemos nada para comer", sigue la mujer. "Esto es un grito de dolor", declaró.
Después de más de tres minutos de intervención, durante los cuales a los participantes no les quedó más remedio que agachar las cabezas y escuchar, el moderador corta la llamada pidiendo ir a la publicidad.
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