El rumor más extendido sobre la burundanga es que en segundos adormece a las víctimas para dejarlas a merced de delincuentes. La Policía cuenta que esta droga es una sustancia altamente tóxica que afecta a la conducta de quien la consume y convierte a las personas atacadas, en su mayoría mujeres, en 'zombis' dóciles.
Sin embargo, los expertos desmienten que una droga pueda actuar con la rapidez que le atribuyen a la escopolamina, nombre científico de la burundanga, informa el diario 'La Nación'.
Carlos Damin, director de Toxicología del Hospital Fernández de Buenos Aires, explica que tiene uso oftalmológico y que se presenta en polvo, gotas o ampollas, pero agrega: "No existe sustancia que espolvoreada genere un efecto inmediato". Pese a ello, el temor y la psicosis siguen propagándose por el país.
Según los especialistas, la escopolamina proviene de un grupo de plantas, varias de ellas de origen americano, con propiedades psicoactivas que han sido utilizadas a lo largo de siglos como hierbas medicinales.
Mientras tanto, 'La Nación' recoge historias de varias chicas atacadas con polvo de esta sustancia.
Moneda corriente en países centroamericanos y más recientemente en Chile, Colombia y Ecuador, este fenómeno delictivo llegó a Argentina causando temores.
"Produce un cuadro sintomático que puede ser aprovechado por los delincuentes, pues causa mareos, presión en el cuello, más presión cardíaca, boca pastosa, sensación de ahogo, desorientación y, dependiendo de la dosis ingerida, puede generar alucinaciones", comentó Carlos Damin.