La época de las llamadas telefónicas baratas para los presos estadounidenses ha pasado a la historia. Los reos no podrán a partir de ahora llamar desde la cárcel a sus familiares por solo cuatro dólares a la hora, informa Rawstory.
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A raíz de la firma de contratos por parte de varios estados con empresas telefónicas privadas, como la corporación AT&T, el coste de las llamadas ha subido de forma considerable. Una llamada de 15 minutos cuesta ahora 17 dólares, demasiado para quienes se encuentran al otro lado de los barrotes, cuyas familias se encuentran sumidas a menudo en la pobreza. La industria telefónica penitenciaria gana anualmente unos 1,2 miles de millones de dólares.
No son únicamente empresas privadas las beneficiadas con una situación como la descrita, sino también las propias autoridades locales de todo el país: el 94% del costo de la llamada es un pago de 'comisiones' procedentes de las empresas.
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El Gobierno estadounidense parece reaccionar y ha comenzado a adoptar medidas para hacer frente a los casos más llamativos de dicha práctica: en el año 2013 la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC por sus siglas en inglés) estableció el límite superior de 25 céntimos por minuto de llamada.