"Después del terremoto del 25 de abril, pedimos a todas las empresas en Catar que dieran a sus trabajadores nepalíes una licencia por adelantado y un pago por su tarifa aérea hasta el país. Mientras que los trabajadores de algunos sectores económicos lo han recibido, a los de las obras de construcción de la Copa Mundial no se les permite salir debido a la presión para completar los proyectos a tiempo", afirma el ministro de Trabajo de Nepal, Tek Bahadur Gurung, según cita 'The Guardian'.
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El ministro señala que incluso la propuesta del Gobierno nepalí, de pagar la tarifa aérea a todos trabajadores de su país empleados en la construcción de los estadios y en otros proyectos, no obtuvo ningún resultado. "Nuestra Embajada en Doha se ha visto inundada con peticiones de ayuda de los trabajadores de la Copa del Mundo que no tienen permiso para salir", agrega.
El gobierno en Katmandú también criticó por primera vez públicamente a la FIFA, el organismo rector del fútbol mundial, insistiendo en que debe presionar más a Catar para mejorar las condiciones de los 1.5 millones de migrantes empleados en las construcciones de los estadios para el mundial. El medio señala que cerca de 400.000 de esos trabajadores son de Nepal. El resto proviene de la India, Pakistán, Bangladés y Sri Lanka.