Kim Phuc era una niña de 9 años, cuando en 1972 en el transcurso de la Guerra de Vietnam una bomba de napalm estadounidense quemó su piel. La niña huyó y se quitó la ropa para atenuar el dolor. Un joven fotoperiodista de Assosiated Press, Nick Ut, inmortalizó este momento horrible al captarlo en su cámara. Después empezó a ayudar a los niños que corrían hacia él. "Miré a través del humo negro y vi a una chica, desnuda... corriendo… Dejé mi cámara en la carretera y traté de ayudarla", recuerda Nick Ut.
Legendary Vietnam Photograph of Phan Thi Kim Phuc Taken by Nick Ut pic.twitter.com/4NL5Ba1Zma— Vietnam War History (@madefromvietnam) June 9, 2015Al principio, el fotoperiodista no se atrevió a publicar la foto de una niña desnuda. No obstante, más tarde comprendió que esa imagen permitiría al mundo no olvidar jamás el dolor y horror de la guerra. Muchos creen que esta imagen contribuyó a la decisión de EE.UU. de terminar su intervención en Vietnam: el acuerdo de paz de París se firmó siete meses más tarde.
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Actualmente, Kim Phuc vive en las afueras de Toronto (Canadá) y todavía recuerda aquel día, informa CNN. La niña herida tuvo que pasar más de un año en hospitales, se sometió a muchas operaciones dolorosas de trasplante de piel. Ahora, 43 años después la mujer admite que sufrió secuelas durante años. Finalmente, logró recuperarse de las heridas físicas. Sin embargo, no podía encontrar la paz: sufría emocionalmente.
La mujer trató de encontrar la paz en la religión. El cristianismo le ayudó a seguir adelante y aprender a perdonar. "Desde que me convertí al cristianismo, tengo una maravillosa conexión... mi relación con Jesús y con Dios. Y a partir de ese momento, aprendí a perdonar", confiesa Kim.
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Hoy en día Kim Phuc trabaja para la ONU y viaja por el mundo para contar su historia. "Estoy muy agradecida de que después de haberse tomado esta foto yo pueda trabajar con ella por la paz", dice. Además, inauguró la Kim Foundation International, una organización que presta ayuda a los niños víctimas de los conflictos armados. Asimismo, participa en la construcción de hospitales y escuelas para menores castigados por la violencia.